Desde UPL en el Ayuntamiento de León queremos denunciar el grave estado en el que se encuentra actualmente la Plaza del Grano. Apenas unos meses después de la finalización de sus obras, y de su pomposa inauguración, el espacio presenta un deterioro similar –o peor dada la gravedad de los hechos actuales– a cómo estaba antes de empezar la remodelación, lo que por cierto recordamos, fue el motivo del inicio del cambio. Parece que una vez pasaron los fastos del autobombo, al Partido Popular, con la connivencia de Ciudadanos, se le ha olvidado que esta plaza existe.

Tal y como advertimos en su momento, desde UPL defendimos que se mantuviera la idiosincrasia de la plaza, su particular visión y sobre todo, una vez iniciado el trámite administrativo, que al menos se respetara con todo rigor el proyecto de remodelación.

Desde UPL entendemos que es muy grave la desidia que está mostrando este ejecutivo en materia de patrimonio, más cuando este deterioro está siendo especialmente visible en verano, con la cantidad de visitantes que tiene nuestra ciudad en estos meses. No hay que centrarse solo en que, el que vaya ahora a visitar la plaza, vea más arena que canto, sino que cuando llueve, el barrizal que se monta no es normal, estropeando aún más la plaza y dando una visión pésima de uno de los lugares más visitados de la ciudad. ¿Esta es la imagen que queremos dar de la Capital Española de la Gastronomía?

Por todo ello exigimos que el Ayuntamiento solucione este ridículo, exigiendo a la empresa constructora la inmediata reparación de la plaza por las garantías y fianza prestadas y obligaciones contractuales de una obra bien acabada, y se ciña a lo previsto en el proyecto y ponga un poco más de interés en las cosas que preocupan a los vecinos, más cuando la imagen de nuestra ciudad depende de ello. Entendemos que esta es una muestra más del despropósito que está siendo esta legislatura para nuestra ciudad, en la que el Equipo de Gobierno del Partido Popular y sus socios Ciudadanos continúa sumando fracasos a una lista que, para desgracia de nuestros vecinos, ya es demasiado larga.