Está previsto que para 2020 las mujeres programadoras representen el 15-20% del total de trabajadores del sector de la programación

Sin embargo, las diferencias de género continúan manifestándose a través de las diferencias en los sueldos, las tareas que se asignan a las mujeres e incluso en el acoso laboral o los comentarios sexistas

En el evento JBCN Conf participarán seis de las programadoras de software más prestigiosas del mundo, que buscan potenciar la programación entre las mujeres

Está previsto que para el 2020 las mujeres en la informática alcancen el 20% de los trabajadores según datos del gobierno estadounidense. A pesar de esto, las mujeres del sector continúan enfrentándose diariamente a los roles de género, los estereotipos o incluso el acoso laboral. En este contexto, el evento JBCNCONF aboga por seguir sumando al colectivo femenino al sector de la programación, reuniendo del 11 al 13 de junio en Barcelona a 6 de las programadoras de software más importantes del mundo.

En 1843, Ada Lovelace describió por primera vez un lenguaje de programación basado en la máquina de computación de Charles Babbage. Fue una mujer la que desarrolló el primer lenguaje de programación de la historia. La informática ha evolucionado desde entonces, con las mujeres manteniendo un papel protagonista. Sin embargo, desde 1990 el porcentaje de programadoras ha descendido desde el 25% hasta el 12% en la actualidad.

En el marco del congreso de programación Java JBCN Conf, hemos hablado con 3 de las programadoras internacionales más conocidas de la conferencia: Mala Gupta (La India), Mercedes Wyss (Guatemala) y Anna Kurman (Polonia), que han opinado sobre el papel de la mujer en el sector de la programación.

Solo 1 de cada 10 programadores son mujeres

“¿Por qué los electrodomésticos de cocina son de color rosa y están destinados a las niñas y los videojuegos están destinados a los niños?”. Esta es la pregunta que lanza Mala Gupta, fundadora de eJavaGuru y conferenciante internacional. “El motivo de la disminución de presencia femenina en la programación no está ni remotamente relacionado con sus capacidades. Se debe a cómo los prejuicios en las sociedades afectan a los niños y niñas al principio de sus vidas. Están condicionados a optar por un conjunto de profesiones, consciente o inconscientemente”.

Mercedes Wyss, programadora y CTO en la startup Produactivity, afirma que esta presencia depende de los países. “Hay países que tienen mentalidades muy abiertas o llevan años trabajando en temas de inclusión, y los porcentajes son de alrededor del 40%. Pero hay países como Guatemala donde no hay ni un solo avance significativo al respecto y la participación femenina está alrededor del 3%”. Sin embargo, considera que ese margen crecerá significativamente en los próximos 10 años gracias a “los múltiples movimientos alrededor del mundo que promueven la inclusión femenina en el sector de la programación”.

Anna Kurman, ingeniera de software senior en Ocado Technology y voluntaria de Barcelona JUG, por otro lado, cree que la culpa de la poca presencia de mujeres en la industria de desarrollo de software es de las empresas, los padres, los docentes académicos, el entorno laboral y “también de las propias mujeres, que no creen en sí mismas. Lo veo en mi propio caso: hace un par de años era tímida y callada y pensaba que otras personas más jóvenes o en una posición laboral superior sabían más que yo. Al desarrollar mis habilidades me di cuenta de que esto no era así.”

Los estereotipos y roles de género en el sector del desarrollo de software.

“Hace un par de años, cuando yo decía que era programador, la gente preguntaba “¿En serio? ¿Tú? ¿Cómo es posible?” Frases como esta son el pan de cada día de muchas profesionales de la industria informática. Anna Kurman señala como la sociedad durante mucho tiempo “percibió que las niñas no pueden pensar lógicamente, son peores en ciencias y deberían trabajar como maestras para niños o preocuparse únicamente de su aspecto físico”.

“Si se vive en una sociedad machista, la industria de la programación no está libre de vivir ese mismo comportamiento social. Es parte de ese sistema” afirma Mercedes Wyss. En su caso personal, ha vivido el machismo de la industria en diversas situaciones. “Trabaje en una empresa donde recibía la mitad del sueldo que recibían mis pares masculinos (…) a pesar de tener el doble o el triple de tareas asignadas”. No obstante, como señala Anna Kurman, “Poco a poco los salarios se igualan, basándose en las habilidades y no en el género, especialmente en las empresas que son internacionales. No pueden darse el lujo de no ser igualitarias, porque podría ser un gran problema de imagen pública”.

La programación es cuestión de cerebro, no de género

“Los estereotipos, como sabemos, ignoran la singularidad de los individuos, crean ignorancia de sus capacidades, lo que lleva a crear suposiciones” afirma Mala Gupta, que en la actualidad es una de las principales defensoras de la formación y certificación oficial en lenguaje Java. Según su opinión como desarrolladora profesional, en la programación “no hay lugar para suposiciones: debemos detallar explícitamente cada parte de una aplicación y su entorno”.

“Programar es el arte de dar soluciones a problemas de la vida real a través de la codificación y el uso de lenguajes de programación” explica Mercedes Wyss. “Esto implica que cualquier persona que se encuentre capacitada en el uso de estos lenguajes, que tenga las habilidades de análisis y razonamiento, puede ejecutar la tarea de programar. El cerebro humano tiene un funcionamiento completamente igual y es un músculo que puede ser entrenado. Es una tarea que tanto hombres como mujeres pueden desempeñar”.

El papel de eventos como JBCN Conf para revertir la situación

“Las jóvenes deben aprender a programar a una edad temprana, cuando están estudiando en la escuela, para que se den cuenta de que tienen una opción de elegir la programación como su carrera, cuando crezcan” opina Mala Gupta, cuya hija ya programa en la escuela con apenas 6 años. “Tener más modelos a seguir en el espacio de programación, creo, inspiraría a las jóvenes y mujeres. En la India he visto a muchas mujeres liderando nuestro país, como Indira Gandhi, Sushma Swaraj o Nirmala Sitharaman. Ver a tantas mujeres líderes en los puestos más altos me ayudo a comprender que las mujeres son capaces de aspirar a lo más alto”.

Por su parte, Anna Kurman advierte que “no podemos obligar a nadie a que le guste la programación. Tiene que venir de forma natural, difundiendo cada vez más la programación”. Kurman se muestra en contra de dividir a las personas entre hombres y mujeres. “No somos magos, de repente no vamos a tener más mujeres en el sector de la programación informática. Debemos alentar a las mujeres a alzar la voz, a dar más charlas, organizar talleres y trabajar en su valentía y confianza. Debemos alentar a las personas a aprender programación”.

Mercedes Wyss aboga por romper el sesgo social preestablecido, ya que “para que las mujeres se interesen por la programación tenemos que romper con sus paradigmas sociales de crianza puesto que, si ya están casadas y con hijos, será mucho más difícil”. Mercedes, que formó parte del Women Techmakers Guatemala de Google para dar visibilidad a las mujeres en la tecnología, considera que “debemos apoyar en paralelo a comunidades de mujeres donde se hace discriminación positiva, porque el objetivo es brindarles a las mujeres un ambiente seguro, y a partir de eso poder generar mujeres que sean role models”. Concluye que “no se puede inspirar a las futuras generaciones si no hay a quien admirar”.

La 4ª edición de JBCNConf tendrá lugar los días 11, 12 de junio, en el Centro Comercial Heron City (Cines Cinesa) y el 13 de junio en el Hotel Alimara, en Barcelona. En esta nueva edición aspira a reunir a más de 500 asistentes de diversas nacionalidades y contará con más de 70 speakers que participarán en las conferencias sobre Java más importantes del sur de Europa.