Exigimos en la reunión celebrada para analizar el proyecto ayer, que se nos entreguen los informes que lo impiden, si es que existen

Desde Coalición en Común consideramos que el PP no es creíble, que es perfectamente posible dotar de bomberos “públicos” profesionales el servicio provincial.

Dos ejemplos cercanos avalan nuestra postura.

El primero es el operativo de Valladolid, de gestión pública y con bomberos profesionales. Sostiene 5 parques y en este momento se está en proceso de contratación de 12 nuevos bomberos.

Salvo que la secesión de Castilla se haya hecho efectiva sin nuestro conocimiento y que al mismo tiempo León hubiera alcanzado la independencia de España, se supone que la Ley se aplica por igual en León y en Valladolid. Si allí tienen una tasa de reposición del 100% y contratan 12 nuevos bomberos a mayores, entonces en León se pueden contratar 75 y hasta 150 si así se decide.

El segundo ejemplo es Salamanca, de gestión privada como defiende el PP para la Diputación. Allí el coste por bombero y año alcanza los 55.000 euros, de los cuales la mitad son beneficio empresarias y tan solo el 50% sirve para pagar los servicios del operario. Calculando con los números de León en la mano sale un coste aproximado de 40.000 euros por bombero y año. Por tanto, estamos ante dos dudas, la primera que igual esos 40.000 euros no son tal, por lo que el coste podría dispararse, la segunda es si nos podemos permitir que una empresa privada ingrese 17,000 euros multiplicados por 75 anualmente a mayores de otros beneficios y sumando el pago del IVA por el servicio ofrecido.

El modelo público y profesional no solo es más eficaz, será más barato para la provincia. Por tanto, no podemos creernos los argumentos del Sr Majo y menos aún cuando habla de informes, que luego se ocultan, para imponernos el modelo salmantino.

Miguel Flecha, nuestro portavoz, lamenta también que se haya hecho un recorrido tan largo, sufriendo tanto retraso, para terminar proponiendo exactamente lo mismo que ya recogía el estudio inicial: sin aceptar, ni siquiera responder a las propuestas realizadas por este grupo. Otro ejemplo de la indiferencia a la propuesta que sufre este PP.