El alcalde de León, Antonio Silván, y el presidente de la Fundación España Duero, José Ángel Hermida, han visitado esta mañana el edificio de la Casa Botines que ha abierto sus puertas al público tras una importante restauración. Tanto Silvan como Hermida han trasladado que el principal objetivo es dar a conocer este edificio versátil que ofrece múltiples posibilidades, no sólo expositivas sino también para la realización de eventos. En definitiva, un espacio turístico, expositivo y museístico.

El alcalde de León, Antonio Silván, y el presidente de la Fundación España Duero, José Ángel Hermida, han realizado una visita a la Casa Botines, edificio emblemático de León abierto recientemente al público general.

Durante la visita, el alcalde destacó el potencial turístico y cultural de Botines y lanzó el mensaje a los operadores turísticos y congresuales de la importancia de un edificio que tras muchos años cerrado ha vuelto a abrir sus puertas a la ciudadanía. Se trata de un “magnífico” edificio que ahora “todos podemos admirar y conocer por fuera y por dentro”. Además, Hermida ha destacado el interés de la Unesco por convertir en Patrimonio de la Humanidad la obra de Gaudí en su conjunto, iniciativa que cuenta con el apoyo del Ayuntamiento, tal y como señaló Antonio Silván. La declaración beneficiaría a las obras de Gaudí en León y Astorga.

Por su parte, el presidente de la Fundación España Duero, recordó que Gaudí es hoy día una marca internacional y el importante esfuerzo realizado por la fundación para abrir este espacio al público. También destacó que desde el primer día el alcalde le había trasladado la necesidad de “abrir este edificio a todos los leoneses”.

Con la restauración y su apertura al público se ha buscado que el turista o visitante admire no sólo las exposiciones sino también el propio edificio empezando por la planta principal donde destacan las columnas y capitales así como las vidrieras restauradas por Luis García Zurdo.

La Casa Botines se incorpora a la Leónpass

Hermida detalló que la entrada general cuesta 12 euros y 8 euros las especiales (grupos, personas con discapacidad, parados, estudiantes, entre otros).

Cabe señalar que recientemente la Casa Botines se ha incorporado a la Leónpass que cuesta 14 euros pero que incluye las visitas a San Isidoro, Sierra Pambley, Museo de León, Musac, Museo Egipcio, el tren turístico, entre otros. 

Un edificio para descubrir

En estos momentos el edificio ofrece dos visitas en torno a dos espacios diferenciados. Por un lado, la planta principal y el semisótano, y por otro lado, la planta tercera  y la buhardilla. 

La planta principal alberga una exposición con paneles, maquetas y documentos originales que sirven para poner en contexto el edificio junto a fotos antiguas de León cedidas por el Ayuntamiento a través del Archivo Municipal. En la planta semisótano se puede contemplar una exposición de los Caprichos de Goya. Se trata de la última impresión de las planchas originales depositadas en la fábrica de Calcografía Nacional, según destacó Hermida. En la primera parte de la exposición se puede conocer las costumbres y comportamientos sociales de la época y un amplio abanico de profesiones (médicos, maestros, ladrones, maleantes, entre otros). La segunda parte, muestra la etapa negra, la más oscura del autor. La elección de Goya se debe a que se le considera el primer pintor moderno español, así como Gaudí lo es del mundo de la arquitectura. Se completa el espacio expositivo con una selección de grabados de Antonio Saura ‘Aún aprendo’, sobre la etapa más oscura de Goya.

La segunda visita, en la planta tercera y ático, permite conocer el edificio como tal. También se ha reservado un espacio para la exposición de artistas como Ramón Casas i Carbó, Gutiérrez Solana, Sorolla, contemporáneos de Gaudí, con obras de 1830 a 1930. La exposición abre con un cuadro de Vicente López Portaña, de 1830, que es un retrato de Fernando VII vestido de paisano. Este pintor se convirtió artista de cámara del rey sustituyendo a Goya. Destacan, entre otras obras, ‘Adversidad’ (de Ramón Casas i Carbó)  y el retrato de una joven con sombrilla de Raimundo de Madrazo. En otras salas de la exposición se encuentran obras maestras de Sorolla (Puerto de Vizcaya) y la obra de Gutiérrez Solana que representa una mascarada.

Los visitantes podrán admirar los espacios de la última intervención sobre el edificio, el torreón noroeste y sotabanco. Desde el torreón se pueden contemplar los monumentos más significativos de la ciudad: San Isidoro, el Palacio de los Guzmanes, parte de la Muralla, la zona de ensanche de la ciudad con el hotel Alfonso V, entre otras obras.

Los torreones proporcionaban iluminación a través de las ventanas de guillotina. En esta zona se puede comprobar cómo Gaudí diseñó absolutamente todo, incluidos los herrajes de cierre de las ventanas y puertas, y el aprovechamiento de la bajocubierta, así como las sillas, las escaleras de acceso, etc. En la buhardilla, destinada inicialmente a vivienda del portero, se ubica una gran lámpara del diseñador industrial alemán Ingo Maurer. También destaca la cubierta con vigas de madera de forma paraboloide hiperbólica que rematan en la cumbre de la edificación. En la restauración del edificio tanto la cubierta como las vigas interiores junto al techo de pizarra se sustituyeron debido al mal estado de conservación. La visita se completa en el espacio del torreón cuyo pináculo conserva la armadura de madera originaria de 1892.