Pablo Alonso González, beneficiado por una ayuda del Campus de Excelencia Triangular E3, analiza las posibilidades del sector vinícola para fijar población.

Pablo Alonso González se incorporó el pasado 2 de febrero a la Universidad de León (ULE) como investigador visitante, para una estancia que se prolongará hasta el 1 de mayo de 2017 en la que está llevando a cabo un estudio del sector del vino leonés bajo la denominación de origen ‘Tierras de León’, en sus vertientes cultural, patrimonial y simbólica, con el objetivo de ver de qué manera la promoción de este recurso puede ser útil para fijar la población en las zonas rurales que sufren problemas de envejecimiento y despoblación.

La llegada a la ULE de este investigador visitante, doctor en Historia por la ULE y PhD en Arqueología y Estudios del Patrimonio por la Universidad de Cambridge, ha sido posible gracias a la concesión de una de las ayudas convocadas por el Campus de Excelencia Triangular E3 ‘Los horizontes del hombre’, (que está integrado por las universidades de León, Burgos y Valladolid), con el propósito de estimular la incorporación temporal de docentes, investigadores o profesionales de prestigio.

La solicitud fue realizada por el Departamento de Economía y Estadística de la ULE, y Alfredo Macías Vázquez es el profesor responsable que se ocupa de coordinar el trabajo que está desarrollando el investigador visitante, que ha llegado a León desde su centro de origen, el Instituto de Ciencias del Patrimonio ubicado en Santiago de Compostela, que depende del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

RELACIÓN ENTRE CALIDAD Y VALOR DEL VINO

La perspectiva que Pablo Alonso González está empleando para su trabajo es la ‘sociología pragmática’, una metodología basada en técnicas cualitativas, fundamentalmente en las entrevistas personales semiestructuradas y libres, la observación participante y la realización de un cuestionario. Las actividades contemplan la identificación de productores, el análisis de fuentes de datos y bibliografía académica, preparación de entrevistas, y la realización de trabajo de campo, (con visitas a cooperativas, artesanos, empresas privadas y vinotecas), para finalmente redactar un informe con el análisis de los resultados.

Entre los objetivos que se persiguen se encuentra la identificación de prácticas y criterios productivos que permiten a los agentes del sector construir socialmente una ‘objetividad’ de vino de calidad y que hacen posible el aumento de su precio en el mercado. Para ello, Pablo Alonso González analizará la relación entre los discursos sobre la calidad y los distintos tipos de producción de vino, tanto artesanal como industrial, así como los agentes que intervienen en la cadena de valor del vino (viticultores, enólogos, distribuidores, representantes públicos, restauradores y consumidores).

También se abordará en el estudio la conexión entre prácticas productivas, calidad, diferenciación y valor a través de las comparativas de los datos generados, y fuentes y estadísticas oficiales que existen sobre los niveles de producción, exportación, consumo y precios por bodega, tipo de vino y principales territorios productivos.

Con todo ello, Pablo Alonso González se propone realizar por un lado una síntesis que relaciones las prácticas consideradas como ‘de calidad’ en el vino, para comprobar si aquellos productores que las realizan consiguen vender más caro, y por otra averiguar si la capacidad de generar beneficios y la sostenibilidad a largo plazo se refleja en un incremento del empleo juvenil y en la fijación de población.

Finalmente hay que reseñar que el resultado de toda la investigación se plasmará en una publicación de impacto en inglés, denominada ‘Science, Technlogy and Human Values’, además de otras de difusión en castellano, en revistas con otra orientación, desde ‘Revista de antropología social’ a ‘Revista mundial de economía’.