Ayer se celebró el Día Internacional de las Montañas haciendo énfasis en que conservar la geodiversidad y el patrimonio geológico contribuye a mantener la diversidad natural y los servicios ecosistémicos

Día Internacional de las Montañas

Ayer se celebró el Día Internacional de las Montañas haciendo énfasis en que conservar la geodiversidad y el patrimonio geológico contribuye a mantener la diversidad natural y los servicios ecosistémicos.

La Ley 42/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad recogió distintos aspectos relacionados con la geodiversidad y su conservación. De hecho uno de los principios que inspiran esta norma es la conservación y la restauración de la biodiversidad y de la geodiversidad. Entendiendo la diversidad geológica como la variedad de elementos geológicos, incluidos rocas, minerales, fósiles, suelos, formas del relieve, formaciones y unidades geológicas y paisajes que son el producto y registro de la evolución de la Tierra.

La diversidad geológica, que en España es de las más elevadas de Europa, representa la riqueza y variedad de elementos geológicos que conforman el paisaje natural. España es el país más rico en biodiversidad de Europa y casi la mitad del territorio está formado por sistemas montañosos. La Meseta castellana o macizo Ibérico, ocupa el 45% de la superficie de la península Ibérica, siendo España el segundo país de Europa con una mayor altitud media (660 m).

El patrimonio geológico es una selección de aquellos lugares u objetos naturales de origen geológico que se consideran valiosos, ya sea por su interés científico o didáctico, por su espectacularidad, representatividad o singularidad. Recientes convenciones internacionales y leyes nacionales obligan a conservar esta diversidad geológica, que no es renovable y cuya pérdida puede ser irreversible.

Conservar la geodiversidad y el patrimonio geológico contribuye a mantener la diversidad natural y los servicios ecosistémicos que nos aportan las montañas. La partida de nacimiento de cada sistema montañoso está en sus rocas, y gracias a su registro geológico sabemos que los sistemas montañosos de la Península Ibérica tienen una historia común.

Las montañas guardan ese registro que nos permite comprender su origen y los lugares en los que se encuentra guardado deben ser preservados, pues su pérdida nos privaría de conocer el origen de nuestro territorio. Además, al multiplicar los hábitats posibles, la geodiversidad de las montañas se convierte en el principal factor condicionante de su biodiversidad. Para mantener toda esta información, desde 2007, en España se realiza el inventario nacional de lugares de interés geológico (LIG).

Fuente: fundacion-biodiversidad.es / Ambientum

Foto: Valentín Costo