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Y colorín colorado este cuento se ha acabado. El camino de España en la Eurocopa 2016 se terminó, y por méritos propios. El combinado nacional fue incapaz de superar a un equipo muy inferior al suyo, por jugadores y por calidad, pero que en conjunto juega como nadie. Y eso es gracias a Antonio Conte. El futuro técnico del Chelsea volvió a demostrar que está entre los más grandes de Europa, ya lo había hecho en la Juventus.

Un planteamiento sin fisuras, un equipo bien armado que sabía lo que hacía en cada momento, una presión altísima que blindó las ideas de los españoles. El conjunto de Vicente del Bosque fue incapaz de reaccionar en toda la primera parte. De Gea se lució con dos paradones pero falló, de nuevo, en el primero de la ‘azurra’. Italia logró ser mejor que España durante cuarenta y cinco minutos, ese es el milagro de Conte.

La segunda mitad arrancó diferente. Con una España más enchufada y concentrada, Italia se empezó a echar atrás. La entrada de Aduriz revitalizó al equipo. Pero fue ahí donde Del Bosque quitó a Morata para sacar a Lucas Vázquez, quien tuvo una actuación extraordinaria. El quedarnos sin 9 tras la lesión de Aduriz lastró todas las últimas opciones. Aún así la tuvo Piqué pero resolvió perfecto el eterno Buffon. A la contra 2-0 y se acabó.

Las sensaciones que deja este torneo no son ni parecidas a las de Brasil 2014. Allí caímos con estrépito, hasta dando pena, me atrevo a decir. En esta Euro nadie hasta el momento ha jugado mejor que nosotros, hemos tenido chispa y buenas raíces que van creciendo poco a poco. España cae con orgullo y se volverá a levantar, estoy seguro, con o sin Vicente Del Bosque.

Juan Lorenzana Prieto