ule despedida

Un año más, la Gala de Despedida de los estudiantes internacionales ha estado llena de sonrisas, pero también de emoción y nostalgia al tener que partir.

La ciudad de León y su universidad cuentan desde hoy con 265 nuevos ‘embajadores’ que, una vez que retornen a sus países de procedencia (una treintena, con lugares tan alejados como Australia, México, EEUU o Turquía), hablarán maravillas de León, de la provincia, y del periodo en el que su estancia en la universidad les acabó por convertir en unos leoneses más, que recordarán allá por donde vayan los meses pasados aquí gracias a los programas de intercambio como Erasmus o Amicus, que sin duda quedarán marcados para siempre entre sus mejores vivencias.

El Aula San Isidoro del Edificio El Albéitar ha acogido la ceremonia que la Oficina de Relaciones Internacionales prepara con mucho cariño, consciente de la mezcla de ilusión y tristeza que embarga a los estudiantes. En total la ULE ha acogido este curso 419 alumnos que han llegado a León a través de diferentes programas de movilidad como Erasmus+, Amicus, Holy Cross, convenios bilaterales y también estudiantes visitantes. La procedencia ha sido muy variada, en torno a 30 países de todo el mundo, y los grupos más numerosos han sido los integrados por mexicanos (107), italianos (72), franceses (42), alemanes (37) y chinos (28).

La Gala de esta tarde ha sido presidida por el Rector de la ULE, Juan Francisco García Marín, que ha estado acompañado por el Vicerrector de Relaciones Internacionales, Roberto Baelo Álvarez, la directora de Oficina de Relaciones Internacionales y de Intercambio, Camino Gómez Santos, y el resto del personal que se ocupa de hacer que la estancia de los jóvenes en León transcurra de la mejor manera posible. A ellos se ha dirigido Roberto Baelo, para agradecer su trabajo, “y el hecho de que la oficina sea una especie de pequeño salvavidas, que soluciona cualquier problema que pueda surgir en un intercambio”.

El vicerrector ha dicho a los alumnos internacionales que “León ya no es una ciudad desconocida para vosotros. Para bien o para mal, ya sois parte de la Universidad de León, y estoy seguro de muchos de vosotros animaréis a vuestros amigos y compañeros para que vengan a León”.

LA VIDA ES UNA Y EL TREN PASA SOLO UNA VEZ

Han sido varias las intervenciones de estudiantes procedentes de varios países, que han coincidido al recordar la extrañeza que les produjo alguna de las costumbres propias de León. La italiana Nina Puglia explicó que no se pudo acostumbrar a desayunar café con leche y un trozo de tortilla, pero que ha aprendido a disfrutar la forma de vivir la vida, “tan tranquila y sin preocupaciones de los españoles”.

Su estancia en León ha servido para darse cuenta de que “el tiempo pasa tan rápido y las emociones son tan intensas, que hay que aprovechar y disfrutar porque se viven momentos que nunca se volverán a repetir. La vida es una y el tren pasa solo una vez”.

Con alguna que otra lágrima en los ojos, los estudiantes han entonado la canción ‘Todos somos de León’, que se ha convertido en una especie de himno que les identifica y hace compartir el sentimiento de formar parte de la ciudad y de su universidad.

El acto ha concluido con la actuación de las Juventudes musicales de la ULE, que han interpretado ‘Gaudeamus Igitur’, dando paso al intercambio de teléfonos, direcciones y a las numerosas fotografías que los estudiantes de intercambio han sacado como recuerdo de una jornada que no olvidarán fácilmente.