En el proyecto de investigación trabajarán 17 instituciones hasta 2026 con el objetivo de analizar datos sensibles en entornos de computación seguros.

Investigadores del GVIS (Grupo de Visión y Sistemas Inteligentes) de la Universidad de León (ULE) participan en el proyecto europeo denominado SIESTA (Secure Interactive Environments for Sensitive Data Analytics), una iniciativa financiada por el programa Horizonte Europa (Comisión Europea), que trata de desarrollar una plataforma de computación que sea fiable para poder analizar datos sensibles que no se pueden compartir públicamente, ni siquiera con gente en la que confíes, sin tomar unas ciertas medidas de seguridad, como por ejemplo datos médicos, estadísticos o datos de empresas.

La Escuela de Ingeniería Industrial, Informática y Aeroespacial de la ULE (que es uno de los diecisiete socios del proyecto) fue escenario los pasados días 25 y 26 de enero, de la presentación del proyecto europeo, en una cita que reunió 45 personas (en un formato híbrido, entre lo presencial y lo online), en representación de los socios participantes en SIESTA, que a partir de ese momento trabajarán en equipo hasta el horizonte del proyecto, en 2026.

Hay que recordar que la ‘nube europea de ciencia abierta’ (EOSC) ya es una realidad, desde su presentación en 2018 por parte de la Comisión Europea, como una herramienta que ofrece un entorno de computación y datos sin fronteras dentro del continente europeo, disponible para todo el mundo, sin barreras de acceso y gratuita.

Sin embargo, en esos entornos, billones de datos son utilizados, reutilizados, procesados o almacenados cada segundo, y todas esas transacciones deben cumplir con una serie de principios, lo que se conoce en la materia como principios FAIR (que sean datos fiables, accesibles, interoperables y reproducibles).

CLAVES DE SIESTA: ACCESO SEGURO A DATOS SENSIBLES Y EN ABIERTO

La materia prima del proyecto son los datos, y la idea es que la comunidad científica pueda compartir, almacenar y reutilizar datos de investigación, de forma abierta y en un entorno computacional seguro, sin fisuras. Y aquí es donde entran en juego los principios FAIR. En el campo de la ciencia y la investigación, por ejemplo, estas reglas indican que existe un marco fiable, donde el acceso y la reutilización de esos datos científicos es adecuada y cumple con los estándares exigibles. Además, la aplicación de estos principios FAIR es una de las razones de ser de la Nube Europea de la Ciencia Abierta.

Campos tan diversos como la teledetección, el cambio climático, ingeniería, logística, la imagen médica o la biodiversidad, que implican trabajar con grandes cantidades de datos, ya hacen uso de la nube y aplican estos parámetros FAIR. Sin embargo, existe aún un reto: poder acceder a datos sensibles o confidenciales preservando al mismo tiempo la privacidad y la facilidad de uso para el personal investigador.

Actualmente existen alternativas para abordar este desafío, como las salas o cápsulas seguras, o los refugios de datos, pero plantean inconvenientes para el desarrollo de la investigación reproducible (investigación que pueda ser reutilizada por la comunidad científica), y no suelen ser soluciones muy intuitivas.

El proyecto SIESTA se nutrirá de 5 millones de euros, puestos a disposición tanto la Unión Europea como la asociación EOSC, y el equipo investigador parte de un programa de acciones dividido en 20 paquetes de trabajo (datos sensibles FAIR, privacidad en datos y herramientas de anonimización, integración de la EOSC, imagen médica, epidemiología, energía, demografía, o los casos de uso).

CONVERTIR LA CIENCIA ABIERTA EN NUEVA NORMALIDAD

Se trata de cumplir la misión que marca la Agenda Estratégica de Investigación e Innovación, para que las prácticas de ciencia abierta se conviertan en la nueva normalidad, ofreciendo herramientas y servicios que permitan a la comunidad investigadora encontrar, acceder, reutilizar y combinar resultados científicos, haciendo uso de infraestructuras federadas y accesibles. Además, se pretende que los resultados obtenidos, se envíen a los responsables políticos, mediante un ‘policy brief’, para servir como hoja de ruta en la toma de decisiones que afecten a la seguridad y privacidad de los datos ciudadanos.

Algunos de los objetivos que se plantearon en la presentación celebrada en la ULE han pasado por el deseo de que SIESTA sea “una comunidad, que ofrezca herramientas, servicios al personal investigador, dentro de la nube de ciencia abierta, siguiendo principios FAI y mostrando los beneficios que tiene para la sociedad, la ciencia y la investigación”.

El proyecto SIESTA se va a desarrollar bajo la coordinación del Instituto de Física de Cantabria (IFCA), centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad de Cantabria (UC), junto a un consorcio formado por 17 instituciones: la Universidad de León, el CSIC, la Universidad de Cantabria (UC), el Instituto de Física Interdisciplinar y Sistemas Complejos (IFISC), el Instituto Nacional de Estadística (INE), la Academia Eslovaca de Ciencias (Eslovaquia), , Javier de la Cueva y Asociados, el Institut national de la santé et de la recherche médicale (INSERM), el Centre National de la Recherche Scientifique (CNRS), la Universidad de Radbou (Países Bajos), la Fundación ISI, Interway, Thinlinc, AlgoWatt, el Donders Institute, el Centro de Ciencias Humanas y Sociales (CCHS, CSIC), y el Instituto de Economía, Geografía y Demografía (IEGD, CSIC).