Aunque la política está influida por las reglas  sociales, económicas etc. tiene sus propias normas. 

Diversas causas y entre otras las redes sociales y la necesidad creada por los políticos de asomarse  constantemente a las mismas ha ido modificando estas normas hasta el punto de que es más lo que se  dice que se hace o se piensa hacer que lo que realmente se hace. 

Así pues una cosa es la política y otra muy distinta “el politiqueo” o cuando la política se aleja de la  mayoría social. La primera está siendo arrinconada de forma que está quedando reducida a la mínima  expresión mientras que pasito a pasito se ha ido imponiendo la superficialidad y la ligereza en el  gobierno de las cosas cuando no en las bajezas propias de la mala condición humana. 

Y me viene a cuento por las continuas muestras que diariamente se dan en nuestro escenario político. Hace ya dos años desde que se declaró la pandemia por COVID19 y a día de hoy no creo que haya  muchos ciudadanos de este país que hayan notado alguna coherencia en los mensajes y órdenes de  nuestros políticos para hacer frente a la gestión de la misma. 

Nuevamente se ha puesto de manifiesto en la conferencia de presidentes del pasado 22 de diciembre:  un Presidente del Gobierno falto de liderazgo dirigiéndose a unos actores que no quieren escuchar,sin  un ápice de coordinación ni de solidaridad entre territorios…en fin,una puesta en escena que ha  resultado realmente patética.Y parece que todo ello para volver a lo que ya conocemos de sobra los  ciudadanos – ponernos la mascarilla por la calle -,en un país donde su uso está más que  generalizado.Nos tratan como niños en el patio del colegio a los que hay que llevar de la mano después  de tantas medidas, tanto desánimo, tanto agotamiento y tanta pandemia. Ah! Pero ahora si quieres  prescindir de la mascarilla también puedes entrar en un bar y tomarte una cerveza .El mundo al revés. Y por su parte, los presidentes autonómicos haciendo la guerra por su cuenta en sus territorios (con  el consentimiento de algunos jueces claro está),cada cual con sus propias ocurrencias. Alguno ,mejor  dicho – una – se ha sacado de la chistera el “autodiagnóstico”, o sea,como lo de Juan Palomo – yo me  lo guiso yo me lo como – pero en pandemia. Ante la imposibilidad de hacer frente a este repunte  epidémico con las estructuras sanitarias minimizadas por los recortes, pues lo mejor es la libertad de  los ciudadanos para que se busquen la vida y se hagan un test de antígenos (si es que lo consiguen) y  que decidan lo que hacer tras el resultado. 

Otro episodio que bien puede entrar en el politiqueo es lo ocurrido en nuestra Comunidad. Aquí  parece que la calentura política del PP ha ido un poco más lejos. A las contradicciones sobre las  medidas para hacer frente a esta sexta ola del COVID19 se ha unido la convocatoria de Elecciones  autonómicas en mitad de la legislatura.

No hace falta ser un lince para darse cuenta que no hay ningún motivo aparente para tal evento no  ya porque con ello se pretenda mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos o que sea la única  forma de resolver problemas acuciantes. 

No han aprobado nuevos presupuestos en un momento de vital importancia por lo que significa la  recepción de nuevos fondos europeos.Y no se han aprobado aunque se daban las condiciones para  ello sencillamente porque parece que nuestra Comunidad Autónoma forma parte de la gincana de  Elecciones que han planeado desde la sede central del Partido Popular. 

Dejar un Gobierno en funciones y con nuevo personal en la Consejería de Sanidad es una dejación  de funciones y responde claramente a intereses del propio partido que ha convocado estas  Elecciones… 

Las normas de la política han saltado nuevamente por los aires y estamos de nuevo inmersos en el  politiqueo más burdo y más irresponsable. 

 Angel L.Nieto