Este año la Junta cuenta con la colaboración de los voluntarios de diez Agrupaciones de Protección Civil, tras la incorporación de las de Astorga y Frómista. Estas personas tratan de reorientar a los caminantes que se han desubicado en el recorrido de la ruta jacobea y prestan asistencia en emergencias como caídas, pequeñas lesiones y lipotimias.

Este año, más de 400 voluntarios toman parte en este dispositivo, que tiene como novedad la participación de dos nuevas agrupaciones, la de Astorga (León) y la de Frómista (Palencia). Los peregrinos que recorren el Camino de Santiago en el tramo de Castilla y León tienen ocasión, a lo largo de sus 450 kilómetros, de solicitar ayuda o información no sólo a alguno de los voluntarios de Protección Civil de Astorga y Frómista, sino también a los de otras ocho agrupaciones, en concreto las de León, San Andrés del Rabanedo, Valverde de la Virgen, Villafranca del Bierzo, Sahagún, Hospital de Órbigo, así como los del Consejo Comarcal del Bierzo en la provincia de León, más la agrupación municipal de Protección Civil de Burgos.

Estas agrupaciones y asociaciones de Protección Civil que prestan servicio en el Camino de Santiago colaboran con el Centro Coordinador de Emergencias de la Agencia de Protección Civil, comunicando todas aquellas incidencias que se detecten y elaborando semanalmente un Parte de Seguimiento del Camino de Santiago en el que queden reflejadas las actuaciones realizadas, así como una memoria anual con los incidentes relevantes, las áreas de actuación y los medios y recursos utilizados. En ese sentido, cabe reseñar que en 2018, los voluntarios de Protección Civil en el Camino de Santiago han prestado más de 600 asistencias e informado a peregrinos en más de 12.000 ocasiones.

Los voluntarios de Protección Civil que participan en este dispositivo recorren habitualmente los tramos de la ruta jacobea correspondientes a su área de intervención, prestando asesoramiento a los peregrinos que lo precisen y también asistencia en determinadas emergencias, como pueden ser lipotimias, caídas, lesiones menores o la búsqueda de caminantes desorientados.

Para facilitar esa labor, la Consejería de Fomento y Medio Ambiente proporciona formación específica a las agrupaciones de Protección Civil que participan en el dispositivo jacobeo, para prestar asistencia y apoyo en la orientación y búsquedas de peregrinos en el Camino de Santiago. Para ello, se les imparten nociones acerca de los rasgos generales del Camino, sus características y señalización, así como los distintos tipos de peregrinos que lo transitan y los modos de recorrerlo.

Una parte importante de sus actuaciones es aquella en la que el peregrino requiere algún tipo de asistencia sanitaria, por lo que han recibido nociones básicas en las afecciones sanitarias que suelen presentar los peregrinos, cómo actuar ante ellas, qué decir al dar el aviso al teléfono de emergencias 112 o cuál es su función hasta la llegada del personal sanitario.

Un caso real

Sábado 21 de julio. 10.49 horas. El Centro de Emergencias Castilla y León 112 recibe una llamada. El comunicante es un peregrino que se encuentra desorientado en la zona de Trabadelo (León). Explica que ha salido de Villafranca del Bierzo a primera hora de la mañana y que ha perdido la ruta hasta terminar en una zona boscosa en la que no consigue hallar de nuevo el sendero que le lleve hacia Santiago de Compostela.

Un técnico del Centro Coordinador de Emergencias de la Agencia de Protección Civil entra en comunicación, en ese momento, con este peregrino para recabar más información y tratar de situarlo sobre el mapa. Intenta conocer su ubicación más aproximada al tiempo que se comparte toda esa información con la Central Operativa de Servicios (COS) de la Guardia Civil, que envía una patrulla hacia la zona. En poco menos de una hora, los agentes localizan al peregrino en las inmediaciones de Paradela y lo ponen de nuevo en la ruta jacobea.

A lo largo de este año 2018, situaciones semejantes a la descrita se han repetido en otras cuatro ocasiones en Molinaseca, Villares de Órbigo y Santa Colomba de Somoza, en la provincia de León, y en Villada, Palencia. En todos ellos, la Guardia Civil consiguió reorientar a los peregrinos o trasladarles a lugar seguro. Pero hay ocasiones en las que la búsqueda se complica por la dificultad de la orografía, por la escasez de información sobre la ubicación de las personas desorientadas o por la amplitud de la zona en la que realizar la búsqueda.

En esos casos, se suele requerir de la colaboración de las agrupaciones de Protección Civil que forman parte del dispositivo de vigilancia del Camino de Santiago coordinado por la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, a través de la Agencia de Protección Civil, que está operativo todo el año y refuerza su labor desde el 15 de abril hasta el 15 de octubre.