El cuento terminó feliz para el Real Madrid. Los de Zidane consiguieron sobre el césped la liga número 33. Hacía 5 años, desde la temporada 2011/2012, que no saboreaban las mieles del triunfo en la competición doméstica. Su regularidad, su constancia, y esa fortuna aliada en los momentos necesarios les ha hecho justos campeones. 

Nacho celebra La Liga en el césped de La Rosaleda

Espero que hayan quedado atrás las suspicacias en torno a la última jornada. Ayer el Málaga fue un más que digno rival y demostró que su honor y profesionalidad están por encima de todo. La felicidad de los madridistas llegaba también desde el otro escenario, el Camp Nou, donde el Eibar se imponía hasta por 0-2. La Liga estaba en su mano y lo sabían. Eso hizo que el Real Madrid, dirigidos de nuevo por un magistral Isco, y con el partido encarrilado, se dejará llevar. Los últimos veinte minutos en La Rosaleda era, para ellos, dejar pasar el tiempo para poder celebrar. Pitó el árbitro y la alegría se desató en el césped malaguista. 

Zidane en el banquillo de La Rosaleda

Cristiano comenzó la faena definiendo con una serenidad innata un pase majestuoso de Isco nada más comenzar el encuentro. El segundo y definitivo, lo puso Benzema en la red tras una serie de rechaces. El Málaga lo intentó, pero tuvo mala puntería o se encontró con Keylor Navas. 

Cristiano Ronaldo y Coentrao

Así fue como, y tras la remontada estéril del Barcelona, el Real Madrid coronó campeón en La Rosaleda. Un título más que merecido para un equipo que funcionó como eso, un equipo. 

Juan Lorenzana Prieto @juanlp91