El Celta de Vigo accede a semifinales de la Copa del Rey tras una oleada de fútbol ante un Real Madrid sin ideas en la ida ni en la vuelta. Lucas Vázquez puso emoción al 90. Berizzo le ganó a Zidane por goleada. 

Un Real Madrid de experimentos, Casemiro de central y una eliminatoria que remontar. No, no es el título de un capítulo de La Que Se Avecina. Es la situación a la que se enfrentaba el conjunto de Zizou. El Celta decidió cerrarse y esperar. A los de Berizzo les bastaba con presionar la salida de balón de Kroos y Kovacic en cuanto recibían, para no sufrir. La circulación del Madrid era lenta, balones al pie y poco más, cero profundidad. Lo más destacado llegó pasado el veinticinco, cuando Cristiano cabeceó al larguero y mandó el rechace al palo. Casemiro cometió un error garrafal y le entregó el balón a Iago Aspas que pecó de generosidad y careció de egoísmo. A partir de aquí, se abrió el encuentro. Guidetti la tuvo pero le ganó el envite Kiko Casilla y Ramos, de cabeza, pudo de nuevo abrir el marcador. Entre que Danilo estaba más perdido que Emma Ozores en Gran Hermano VIP y un Casemiro, sorprendentemente poco contundente, el Madrid sufría en exceso en defensa. El medio campo no cerraba filas y eso lo sufrían los de atrás. Así llegó el gol gallego. Un cúmulo de despropósitos hizo que Danilo se metiera otro gol en propia portería. 1-0 y al vestuario entre dudas y sofocos defensivos.

El Real Madrid continuaba con la misma tónica pasiva que en los primeros cuarenta y cinco minutos. Cristiano se desesperaba, Benzema no aparecía y Lucas Vázquez y Morata se preguntaban en la banda por qué no estaban ayudando a su equipo en el césped. Con todo esto, apareció. Cristiano Ronaldo soltó un zapatazo de tiro libre para empatar el partido y cambiar por completo el estado anímico del juego. Una luz de esperanza de un Madrid gris y sin ideas hasta el momento. Sergio Ramos a lo tren de mercancías y Benzema ponían el susto en los corazones celestes. No era bueno el juego. Con más coraje que ideas el Real Madrid comenzaba a bombardear el área del Celta con balones aéreos. Y en una de esas, con más espacios atrás todavía, el equipo de Zidane encajó el segundo y definitivo. Wass puso el balón en la red tras jugada de Jozabed y daba al Celta el pase a semifinales. Lucas Vázquez puso la emoción al 90, pero nada más.

El Celta se une a Alavés y Atlético de Madrid en el cuadro de los mejores cuatro. Enorme temporada gallega, que como los vitorianos, merecen estar aquí y pelear esta competición. Mañana, Barcelona – Real Sociedad (1-0)

Juan Lorenzana Prieto @juanlp91

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