Los ediles del PSOE tramitarán las quejas de los vecinos en la próxima comisión. Denuncian que el alcalde prioriza su gira de promoción personal por la Comunidad a su obligación de atender a las asociaciones vecinales

Los concejales socialistas Vicente Canuria y Adela Borge visitaron ayer la Inmaculada y Cantamilanos acompañados por miembros de la asociación de vecinos para analizar la situación en que se encuentra el barrio y las demandas de los residentes.

La asociación de vecinos de La Inmaculada alertó de que son múltiples las carencias y problemas que padecen, destacaron la falta de iluminación en diferentes tramos, deficiencias notorias en limpieza viaria, la mejora del parque infantil y traslado a un lugar más adecuado que su ubicación actual, la urgente solución al deplorable estado en el que se encuentran el campo de futbol y el edificio de las antiguas escuelas, abandonados totalmente.

Por su parte, los representantes de los vecinos de Cantamilanos pusieron de manifiesto la necesidad de dotar al barrio del mínimo equipamiento urbano como bancos, zona de juegos infantiles y la renovación e instalación de contenedores. Además, denunciaron las deficiencias de urbanización de algunas calles que en una gran parte continúan sin aceras y la necesidad de que se instale un punto de luz al final de la Calle La Seana.

Desde el Grupo Municipal Socialista solicitaremos al equipo de gobierno que adecúe el acceso al barrio de la Inmaculada desde Cantamilanos, zona que apenas cuenta con un paso peatonal y que actúe para paliar el catastrófico estado del asfaltado, que muestra numerosas deficiencias.

Los concejales socialistas, que intensificarán las reuniones con asociaciones y grupos vecinales, realizaron un recorrido por las calles de la ciudad dentro del programa de visitas que están efectuando y que llegará a todos los barrios, como los ya visitados de Armunia, zona de hospitales, Los Juncales…

Los ediles socialistas destacaron que una de las quejas constantes que reciben en esta y otras visitas es la imposibilidad de ser recibidos por el alcalde, Antonio Silván, que “está más preocupado de su personalísima gira por otras ciudades de la Comunidad Autónoma, pensando quizá más bien en cuestiones de Partido y promoción política, que en cumplir sus obligaciones que, como alcalde, tiene contraídas para con sus vecinos y el movimiento asociativo que los representa.”

Uno de los casos más representativos de esta situación, es que los vecinos de Cantamilanos, después de meses de oposición a la instalación en su barrio de una Central de Biomasa, se felicitaron de que encallara el proyecto, pero únicamente esto sucedió por la realidad aritmética del consistorio que dejó en minoría a Antonio Silván, no porque este atendiera las reclamaciones vecinales.