El Real Madrid golea al Legia en un partido que, en global, no dio el nivel que debería exigir la Champions

Zidane, aprovechando la debilidad del rival, planteó un equipo muy ofensivo sobre la cancha. Además de James como volante, decidió meter a Asensio para acompañar a Tony Kroos. Una vez más, el perjudicado fue Isco.

El partido, más que de alta competición, tenía síntomas de un solteros contra casados. Y digo esto porque la sensación era que el Madrid ganaría sin meter tercera y que el Legia llegaba, pero inocentemente. Aún así, los polacos dieron varios sustos tanto al inicio como con dos goles de desventaja. Pero el Madrid se imponía fácil. Bale abrió el marcador con un gran golpeo y Marcelo, con mucha fortuna, puso el segundo. El Legia acortó distancias tras un error de Danilo convertido en penalti. Poco después y tras otra locura verbenera, Asensio puso el 3-1 y mayor tranquilidad, si era posible, a los merengues.

img_1023La reanudación seguía parecida. Tuvo que entrar Lucas Vázquez para poner el cuarto de volea y Morata para cerrar con la manita. Los ‘eléctricos’ volvieron a tener su premio. Extrañó el público que Zidane decidiera sentar a Bale, cuando Benzema y Cristiano apenas comparecieron en la cancha. Isco ni salió a calentar tras el partidazo en el Villamarín. Asensio aprovechó su oportunidad y fue de lo mejor del partido. El encuentro no tenía sal ni pimienta. El Legia, decimotercero en la Liga Polaca, no fue, ni es rival para el Real Madrid. 

Un partido de trámite que, por lo menos, fue entretenido para el espectador. El Real Madrid sigue con su marcha empatado a siete puntos con el Dortmund. Este encuentro no servirá para calibrar si lo del Villamarín fue casualidad o realidad.

 

Juan Lorenzana Prieto @juanlp91

Fotografías: Federico Titone