La retinopatía diabética es la tercera causa de ceguera irreversible en el mundo. Para la detección y posterior control de esta enfermedad resulta esencial la visita periódica al especialista en salud ocular.
Coincidiendo con la celebración del Día Mundial de la Optometría, que se celebra el segundo jueves de octubre, en este caso, el 13, el Colegio de Ópticos-Optometristas de Castilla y León (COOCYL) -del que forman parte 807 profesionales-, hace especial hincapié a la importancia de los exámenes visuales por parte de las personas diabéticas y el papel que desempeñan en los mismos los ópticos-optometristas.
Con estas revisiones periódicas, se puede detectar de forma precoz la retinopatía diabética, una enfermedad ocular causada por el daño producido a los vasos sanguíneos de la retina por los niveles de azúcar en sangre demasiado altos que sufren estas personas.
Al respecto, destacar que la retinopatía diabética es la tercera causa de ceguera irreversible en el mundo. En España, la prevalencia de esta patología en los pacientes con diabetes tipo 2 es del 20 al 25%, mientras que en las del tipo 1, el porcentaje se incrementa hasta el 65%.
El papel del óptico-optometrista
Desde el COOCYL recuerdan que para la detección y posterior control de la retinopatía diabética resulta esencial la visita periódica de las personas con diabetes a su especialista en salud visual. Estos especialistas aclaran que esta patología, una vez detectada, debe de ser diagnosticada y tratada por oftalmólogos. Pero son muchas las ocasiones en las que esa persona acude en primer lugar a un establecimiento sanitario de óptica, donde el óptico-optometrista puede realizar un fondo de ojo sin dilatación pupilar. “Esta sencilla prueba es indolora y no invasiva, y en el mismo instante puede detectar indicios de retinopatía diabética, edema macular diabético u otros signos precoces de problemas de la visión, para ser remitido al médico de Atención Primaria o especialistas para su diagnóstico”, detalla la secretaria general de COOCYL, Ana Belén Cisneros.
Los pacientes con retinopatía pueden notar visión doble o borrosa, una disminución más o menos severa de su agudeza visual o la percepción de anillos, luces titilantes o manchas en su campo visual, o bien dificultad para ver objetos ubicados en las laterales de su visión.
Asimismo, el óptico-optometrista también puede realizar otras funciones que mejoren la calidad de vida de las personas con diabetes, como por ejemplo, “las revisiones periódicas de la agudeza visual que son importantes para controlar las variaciones en la visión del paciente”.
Los ópticos-optometristas recomiendan a las personas con diabetes hacerse un examen de sus ojos una vez al año, ya que la detección precoz de determinadas patologías “puede salvarle la vista”, apuntan desde COOCYL.
Desde el año 2003 se celebra en el mes de octubre el Día Mundial de la Optometría, donde las instituciones relacionadas con la Optometría y la Óptica Oftalmológica aconsejan a la sociedad sobre la importancia de las revisiones periódicas de la visión, y reivindican la figura del óptico-optometrista como profesional dedicado a la atención primaria de la salud visual de toda la sociedad.