Izquierda Abierta se pregunta como es posible que los grupos politicos de Las Cortes pongan un Plan Público, como el de Dinamización Minera de la Junta en manos de una persona tan vinculada a intereses privados, en este caso muy sangrante por ser Vitorino Alonso, como Ana Luisa Durán. De Nuevo ponemos al zorro a cuidar de las gallinas.

Esta decision incomprensible no invalida el Plan, por supuesto, pero si permite solicitar que se sustituya a esta persona y de paso hacer otras aportaciones que mejoren esta herramienta.

Por tanto IzAb apostamos por la inversión directa en empleo de las administraciones públicas como única posibilidad de evitar el fracaso del Plan de dinamización minera de la Junta. De igual modo exigimos que la Comunidad Autónoma sea pionera y arrastre al Gobierno para hacerse cargo de las concesiones mineras y empezar a gestionarlas desde lo público para acabar con la situación de emergencia social generada en las cuencas por el Gobierno Rajoy.

La contratación durante 6 meses al año de mineros en situación de desempleo, asegurando el cobro del subsidio durante los otros 6, es una paso importante pero insuficiente para asegurar la supervivencia de las comarcas mineras del carbón.

El Plan de Dinamización Minera recoge medidas que deben ser defendidas sin fisuras, como es el caso de la Estación Pública de Esquí Valle de Laciana-Leitariegos. Prácticamente la única fuente de empleo en Laciana, junto a la ganadería, tras el desmantelamiento de la minería.

Para IzAb este tipo de medidas, consistentes en la inversión pública en empleo gestionado de forma pública es el único camino para asegurar la supervivencia de las comarcas mineras. La apertura de dos oficinas del ADE o una mayor inyección económica en los GAL nos parecen insuficientes. El futuro de las cuencas no puede estar en manos de la inversión privada con un 30% de participación de la Junta. El futuro de las cuencas está en la inversión pública para generar empleo y dinamización alrededor de fuentes tradicionales, inversiones ya existentes y las potencialidades de los territorios.

Un operativo público de limpieza de montes, en colaboración con municipios y Juntas Vecinales, aprovechando el ganado como una herramienta más de limpieza de los mismos, puede surtir de biomasa y madera a una industria (centrales de biomasa, aserraderos, …), revitalizar la economía local, crear empleo verde y sentar las bases para una inversión también privada que no llegue a estas comarcas como cazadores de subvenciones, tal y como ha ocurrido en el pasado.

Este es solo un ejemplo y para ello sería mucho más eficaz recuperar las Oficinas de Desarrollo Rural cerradas por la Diputación en la legislatura 2007-2011, para analizar las potenciales inversiones públicas en empleo y actuar en consecuencia que esperar a la “iniciativa privada” cuando es más que conocido que siempre se ha fracasado tomando este camino.