Hallar las rutas del calendario otra vez, / recomponer el espejo de los días, / armarse de ganas. / Recoger las rotas esquirlas / que van quedando en la nueva rutina. / Hay que tomar el presente con fuerza, / como si fuera un gigante bueno / que puede desaparecer mañana. / Buscar en el baúl de la memoria, / las alas que han quedado colgadas / en la esfera del recuerdo. / Hay caminos que andar, / días donde perseguir el presente / con la vista en el mañana. / Mañana, será otra vez, otra instantánea / donde jugar a esconderte / de las formas que hacen sufrir. / Hallar las rutas del calendario otra vez, / entonar las canciones que nos bullen / en el corazón. Cantar, bailar, / gritar a los cuatro vientos, / que sigues en las rutas de tu esencia. / Sumergirte en las aguas tranquilas / cuando aparece esa cadena invisible, / que a veces, nos arrastra hacia atrás. / Pero, habrá heridas cuando esa cadena, / frene nuestras ganas de volar, / entonces, hay que llorar con fuerza, / hasta vaciarse de la tristeza. / Hasta convencerte de que nadie, / ni tampoco tú, habitas ninguna culpa. / Hallar las rutas del calendario otra vez, / cuando tiembla la esperanza, / cuando se paraliza la luz que te sujeta. / Tener los días cogidos por la maravilla / de un remedio que te arregla la vida, / aunque sea químico, aunque sea físico, / o sea sicológico, social, acto de amor, / acto de fe, acto de derramar, derramarte en / hallar las rutas del calendario otra vez.

Mientras he ido leyendo los relatos del último libro de relatos del XXII Concurso Literario 2025, convocado por la EPA, Asociación de Enfermos de Parkinson de Astorga y Comarca, que ha editado Ediciones La Crítica, con preciosas ilustraciones de Benito Escarpizo, se me han venido escenas a la mente, que han provocado el poema arriba escrito, como agradecimiento a la EPA, por esa gran labor que está haciendo durante tantos años.

Querría destacar a una persona sin la cual no habría sido posible este milagro.  No es otra que Electra Cambra Nistal, nombrada en la última asamblea de la asociación Presidenta Honorífica y que ha dejado de estar al frente de la asociación el pasado mes de marzo, para pasarle el testigo a su hijo Ubaldo Cuesta Cambra. Electra es una persona buena donde las haya, trabajadora incansable que ha hecho un referente de la EPA, en la lucha contra el Parkinson, para que enfermos y familiares, pudieran seguir teniendo una vida digna. Intentar normalizar la rutina de los enfermos de Parkinson en la asociación y fuera de ella, ha sido la meta de esta incansable mujer. Muchas gracias Electra.

Lamiguería: Termino pensando en lo difícil, doloroso, oscuro y complicado que será padecer Parkinson en Gaza, o en Ucrania. Hay que ir con mucho cuidado y no dejar que las armas estén por encima ni de la ciencia ni de la dignidad humana.

Manuela Bodas Puente – Veguellina de Órbigo.