“Todavía no somos piedras”. / Aún no hemos fosilizado la esperanza. / Hasta aquí, el árbol de las cosas buenas, / se ha mantenido recio ante la tempestad / pero una avalancha de meteoritos, / ruge en todos los horizontes. / ¿Qué será entonces de él? / El reloj de la piedra, / canta las horas sin alma, / y el árbol caerá sembrando en el desierto / todos los recuerdos, / ya triturados por el olvido. / Todavía no somos piedras, / dice Amalia García Fuertes / en este poemario lleno de migas de trigo y surco, / lleno de migas de hogaza dura, / de la de hacer sopas de ajo, madre, / como tú las hicieras. / Este poemario, tiene piedras blandas / y pan duro, para desmigarlo / en los días de hambre y recuerdos dormidos. / Este poemario es un pan para el alma /en las horas carcomidas / por la conciencia que aún no es piedra. / En esta hogaza de letras, / podemos saborear la corteza de las palabras / acostadas sobre la levadura del dolor, / acompañadas del sol que maduró el trigo. / También hay rebanadas untadas / de: ¡azúcar! Del que Celia Cruz, / usaba para mitigar la falta de aceite y de voz. / Hay en esta tahona de palabras, / que es el poemario de Amalia García Fuerte, / secretos a voces que se resisten / a fosilizar los sueños. / Amalia nos calienta la panza y el corazón / con los versos que paren sus sesos, / que como migas que caen al suelo, / aún tienen vida en el vuelo de las aves / que las llevarán muy lejos. / Por eso aún no somos piedras; / Todavía no se sabe de ninguna ave que coma piedras. / Si alguien leyendo estas letras, / ya ha visto comer pájaros a las piedras; / perdón por el lapsus, quise decir: / ya ha visto comer piedras a los pájaros: / que se desnude de sus huesos, / pues la avalancha de meteoritos, / avanza inexorable hacia la tierra.

El poema precedente, quiere ser una manera de agradecerle a Amalia García Fuertes, ese pan de alma, que es su poemario “Todavía no somos piedras” con diseño e ilustraciones de Enrique Sadornil, preámbulode Conrado Santamaría y poemas collage de Amalia García Fuertes y Conrado Santamaría. En estos momentos de armas nucleares, guerras, drones cargados de muerte y demás “fruslerías” de algunos dirigentes mundiales, que dejan a la humanidad por debajo de los animales, que se supone no tienen inteligencia, un poemario como el de Amalia es un pan para el alma.

Este pasado viernes, en la biblioteca “Río Órbigo” de Veguellina de Órbigo, Amalia nos presentó este poemario con el que nos hemos sentido muy enriquecidos.

Lamiguería: Se necesitaría un pan tan grande como la tierra, para acallar el exterminio en Gaza, Gaz, Ga, G…, la invasión de Ucrania, y…, mejor dejarlo; no cabría en este folio la enorme lista de lugares donde la muerte le está ganando la partida a la vida. Pero todavía no somos piedras, como dice Amalia, así que a saborear cada segundo sin quitarle el sitio al otro.

Manuela Bodas Puente – Veguellina de Órbigo.