Desde el Círculo Empresarial Leonés (CEL) valoramos  positivamente la evolución del mercado laboral en la provincia de León durante el mes de  abril, en el que se ha registrado un descenso del paro del 2,37% respecto al mes anterior,  con 521 personas menos en la lista del desempleo que arroja la cifra de 21.483 parados.  Este descenso, en línea con la tendencia nacional (−2,61%) y todavía por debajo del conjunto  de Castilla y León (−3,38%), refleja cierta recuperación del dinamismo económico,  especialmente en el sector servicios, que lidera la bajada con 404 desempleados menos.  

Esta evolución positiva del empleo en abril viene en parte impulsada por el efecto estacional  de la Semana Santa, que este año se celebró en el mes de abril, favoreciendo especialmente  la contratación en el sector servicios. Aunque este repunte tiene un componente coyuntural,  permite aliviar temporalmente las cifras del desempleo y demuestra la capacidad del sector  turístico y comercial para dinamizar el mercado laboral en nuestra provincia.  

Destacamos también el incremento de las afiliaciones a la Seguridad Social en León, con  1.108 nuevos cotizantes (+0,6%), alcanzando un total de 168.782 personas afiliadas.  

En términos interanuales, el paro ha descendido un 3,97%, con 887 desempleados  menos que hace un año, mientras que la afiliación ha crecido un 1,5%, datos que, aunque  moderados, muestran una evolución sostenida y estable del mercado laboral leonés.  

Nos parece especialmente relevante el hecho de que el 41% de los nuevos contratos registrados en abril en la provincia sean de carácter indefinido, lo que apunta hacia una  mejora de la calidad del empleo, uno de los objetivos prioritarios para el tejido empresarial.  

Rechazo a la reducción de la jornada laboral y otras medidas que contempla la norma  

Por otro lado y justo en el día en que el Consejo de Ministros aprueba el proyecto de ley para  la reducción de la jornada laboral, volvemos a manifestar nuestro malestar y rechazo a una  norma que tendrá consecuencias muy negativas para el mercado laboral. Esta medida implica  incrementar los costes un 6,25%, algo inasumible para los pequeños empresarios que, con  las subidas del SMI, las cotizaciones sociales o el recargo de solidaridad para pagar las  pensiones, han visto incrementados sus costes laborales en más de un 25% en los últimos  años. 

 

Consideramos que este proyecto de ley es una imposición, no tiene en cuenta ni el tipo de  actividad, ni las nuevas formas de trabajo, como el empleo por objetivos, el teletrabajo o la  distribución irregular del horario para favorecer la conciliación. Tampoco tiene en cuenta la  flexibilidad con la que trabajan las empresas más pequeñas y los autónomos, en muchos  casos negocios familiares, lo que dificultará la implantación del sistema de seguimiento de la  jornada de 37,5h.