
Cinco colores que respiran juntos, / en el compás de la vida. / Esos cinco colores conforman a: /“Mario Morla Quintet”. / Cinco escalones en espiral, / Caracoleando entre el ritmo, la emoción / y la carga de adrenalina en los sentidos. / En las huellas de las partituras había / presencias nuevas y lejanos ecos / de un piano en el que respiraba Chick Corea. / Chick Corea y Mario Morla, veinte dedos / en la misma estela sideral. / Cinco planetas que nos dejaron su estela / en el lomo de la danza vital que somos. / Sentir las vibraciones que Guillermo Alonso, / nos enviaba a través de sus baquetas, / nos hacía ser uno con el sonido, / ser uno en el latir constante / de la música en el universo. / Pensé en el poder de los músculos / que Javi Baillo Almuzara, tiene en sus manos, / y ese poder llegó a cada uno de nosotros / convertido en danza de existencia. / Cómo imaginar que me iba a reencontrar / con Santana en una guitarra que acariciaba / con respeto y poderío Andrés Sánchez Vega; / si, Andrés me llevó con su vuelo / al futuro de aquellos tiempos de primavera. / Volver a sentir, a sentirme muchacha, / ser aquella que intentaba imitar a Ella Fitzgerald. / Escuchando la voz de Merri Lin, destapé / una caja de sueños empolvada / que me llevó a puestas de sol / en las laderas del Órbigo, / absorta en la canción de sus aguas. / Escuchando la trompeta de Marri Lin, / me llegó un torrente de líquidos sanos / que resbalaban por mis laderas / aislándome de la rutina invasora / del día a día, aislándome del ruido / de las memorias no queridas. / Cinco colores que respiran juntos, / en el compás de la vida. / Cinco planetas estelares / que conforman a: “Mario Morla Quintet”.
Se han quedado en el tintero más sensaciones, vibraciones y emociones que viví en el concierto, pero no mías en exclusiva, si te fijabas en el público, todos andábamos imbuidos en ese vaivén de cabeza o de hombros al que te impulsa la música. No lo puedes evitar, te evades y se te van las fibras con el ritmo. Eso es lo que consiguieron los cinco componentes del quinteto “Mario Morla Quintet” en su extraordinario concierto, el pasado sábado en la sala Fundos de Veguellina de Órbigo. Desde mi desconocimiento musical, he de decir que este quinteto con Mario Morla como pianista y creador de las composiciones que escuchamos, es una expresión maravillosa de arte. ¡Bravo!
Agradecer a todos los que hacen posible estos conciertos “Passionato. Música en el corazón del Órbigo. Ciclo de Conciertos”, que este año celebra su sexta edición y en el que, entre otros, Luis Longoria, director de nuestra banda, tiene un papel relevante para que esto siga en marcha. Muchas gracias.
Lamiguería:Esta pasión por la música, debería ser el arma masiva que convocara a los países a ser constructivos. La música debería ser inyectada en vena a los mandatarios que solo piensan en su poder sin tener en cuenta a los demás.
Manuela Bodas Puente –Veguellina de Órbigo