De nuevo la falta de gestión, el llevar al límite los tiempos del procedimiento administrativo, no sabemos si por incompetencia o mala fe y el no atender a las peticiones de la corporación y las pedanías, logran generar, un gasto de un millón de euros a las arcas municipales. ¿A quién van a echar la culpa ahora?

 

Hoy, el Ayuntamiento de San Andrés del Rabanedo ha alcanzado un nuevo nivel de desorganización y falta de responsabilidad por parte de la alcaldesa y su equipo de gobierno de la Unión del Pueblo Leonés (UPL). 

Este episodio, que raya el esperpento, revela una gestión caótica y una incapacidad de liderazgo que podrían costarle a nuestros vecinos más de un millón de euros debido a la negligencia y a la inacción del equipo de gobierno.

En una sesión que pretendía debatir la Ordenanza para poder cobrar la tasa por la prestación de los servicios de transferencia, clasificación, tratamiento y eliminación de residuos domésticos, los concejales de la UPL no lograron convocar ni siquiera a la totalidad de su grupo. Solo tres de los seis concejales de la UPL estuvieron presentes en una votación crucial, ignorando la importancia de los plazos y del procedimiento ordenado que requiere esta ordenanza. La sesión terminó en fiasco, y la oportunidad de asegurar un ingreso clave para las arcas municipales se desperdició.

Cabe destacar la cadena de errores y la falta de previsión que caracterizan a este equipo de gobierno. Sabían perfectamente, desde diciembre de 2023, que la ordenanza debía publicarse antes del 31 de diciembre para entrar en vigor el 1 de enero del siguiente año. Sin embargo, en lugar de actuar con la responsabilidad que demanda su cargo, la UPL llegó con un documento idéntico al que se había rechazado diez meses atrás, sin el informe de Tesorería solicitado por el resto de grupos, y sin tener en cuenta los plazos y el procedimiento que ellos mismos habían aprobado.

Ante esta situación, en la que VOX a la hora de la votación de la urgencia nos vimos forzados a abstenernos, dada la falta de condiciones mínimas de transparencia e información para una votación de tal magnitud.