Baobad agitaba alegre sus ramas, hoy habrá proyección en la explanada. Los humanos, a los que Naturaleza ya iba dejando salir del subsuelo, van llegando alegres para saborear una especial obra de teatro grabada en el 2.023. Una obra de teatro especial, ya que no serían actores los que compondrían el cuadro artístico, tampoco marionetas. Mejor no desvelo nada. Mejor que todos los que se congreguen ante la pantalla gigante, colocada en la gran pradera donde vive Baobad, se emocionen con la representación de Celestina infernal, así se titula la obra que yo vi, dentro del auditorio de León en el año 2.023. Hoy, en el año 3.023, la van a disfrutar los humanos que tras ser enviados por Naturaleza a vivir bajo Tierra, para que el planeta pudiera reponerse de la locura de exterminio que se estaba llevando a cabo en aquellos locos años 2.023, sean testigos del arte y la creatividad del milenio anterior. Por suerte, no todo era plástico, polución, cambio climático, guerras, plagas, egos elevados a la enésima potencia, destrucción de las preciosas y bellas áreas en donde la impresencia de la humanidad no había hecho estragos deforestando o contaminando ríos y mares… Una parte de la humanidad aún llevaba con su labor creativa, calma a la población.

Ahora en 3.023, la humanidad parece que sabe el enorme daño irreparable que se hace al entorno y a ella misma si no respeta y se respeta. Pero me voy a callar, ha terminado la proyección y todo el mundo está alucinado, hasta Baobad se ha unido a la enorme ovación que se le ha dedicado a Teatro Corsario por ese enorme talento y creatividad desplegados en las tablas. Una ovación muy merecida ya que los cuatro actores-manipuladores, no de marionetas, no, sino de creaciones a tamaño real, a los que les asoma el alma y el trabajo de Olga Mansilla Castrillo, Teresa Lázaro, Miguel Jerez y Alfonso Peña. Va la ovación también para el creador de la música Juan Carlos Martín, para el diseño y la iluminación de Xiqui Rodríguez, sonido de Xabi Sainz y para Jesús Peña como autor y director de Celestina infernal.

            Neuronada: En el título del texto, he querido reflejar el Corsario que Olga Mansilla Castrillo lleva dentro, porque nuestra querida veguellinense, ha sido, es y será un pilar, me atrevería a decir, imprescindible en este grupo Teatro Corsario, al que llegó hace muchos años y en el que ha desempeñado las labores de actriz, marionetista, figurinista, desarrollando un trabajo exquisito también en vestuario. Olga Mansilla, ha recibido premios por su enorme labor y por esa dedicación en cuerpo y alma al teatro. No sabría decir si Olga le ha dado su alma al teatro o si ha sido el teatro el que ha poseído el alma de Olga Mansilla Castrillo. Sea como fuere, solo quiero agradecerle con estas líneas todos los momentos buenos y bellos que nos ha regalado.

Si tienes oportunidad, no te la pierdas. No te pierdas el pellizco de existencia al disfrutar de Teatro Corsario y por ende, de Olga Mansilla Castrillo. Gracias, fue un gran placer y un enorme disfrute sentir la emoción, intriga, humor, amor y pasión que se nos trasmitió a través de una brillante actuación. Debo añadir que, si cabe, he sentido aún más emoción al ver ahora en el 3.023, la proyección en la explanada de Baobad de Celestina Infernal, que cuando la vi en 2.023. Lo bueno dura y perdura. Larga vida a Teatro Corsario Y para Olga Mansilla Castrillo una reverencia de regusto.

Manuela Bodas Puente – Veguellina de Órbigo.