El catedrático de Ecología y Premio Medio Ambiente de la Junta pronunció ayer en la Academia de Ciencias Veterinarias una conferencia sobre la pandemia de Covid-19.

Estanislao de Luis Calabuig, catedrático de Ecología de la Universidad de León (ULE) y Premio Medio Ambiente 2004 de la Junta de Castilla y León, impartió en la tarde de ayer una conferencia organizada por la Academia de Ciencias Veterinarias de CyL (AVETCYL), de la que es miembro de número, titulada ‘Implicaciones ecológicas de la pandemia Covid-10’, en la que realizó un detallado análisis de lo que ha supuesto la pandemia.

En la conferencia, que se fue pronunciada en el Paraninfo Gordón Ordás del Edificio El Albéitar, De Luis afirmó que en el funcionamiento ecológico ‘todo está relacionado’, y comento que “la presión cada vez más aguda sobre los ecosistemas silvestres, la merma de biodiversidad y la simplificación del funcionamiento de los sistemas biológicos, la degradación de los ambientes ecológicos, la destrucción de los recursos, el incremento de riesgos naturales destructivos y el aumento de la contaminación global, con proyecciones hacia un cambio climático jamás expresado en nuestro planeta con esa acelerada velocidad, pueden ser la causa de que un virus haya pasado desde un animal a la especie humana”.

En el caso del covid-19, uno de los factores determinantes fue la velocidad de propagación debida a la movilidad de la población humana, que hizo que en menos de tres meses el coronavirus fuera declarado oficialmente como pandemia. En este sentido, De Luis explicó que “la cada vez mayor presión de la especie humano sobre los ecosistemas aumenta la probabilidad de contacto con especies animales que pueden ser reservorio de elementos patógenos”.

EL EFECTO PROTECTOR DE LA NATURALEZA

En opinión del conferenciante, el adecuado funcionamiento de la naturaleza “ejerce un efecto protector frente a las pandemias”. Por el contrario, con el empobrecimiento de la riqueza de especies, podría aumentar la probabilidad de “transmisión directa o indirecta”.

De Luis recordó cuando plantas y animales ocuparon ciudades y calles desiertas. “Son muchas las evidencias, curiosidades y anécdotas, -comentó-, que han quedado para narrar ese breve instante en que la naturaleza se apropió de los espacios más antropizados”, y añadió que fue una ‘buena lección’ que ha dejado en entredicho la presumida soberbia de los humanos como especie dominante.

En el apartado de conclusiones, el catedrático de ecología fue tajante al insistir en que las pandemias son “un componente más del cambio global en la Era del Antropoceno, con tendencia a aumentar en la proyección futura, si de una forma definitiva no se inicia la desaceleración del desarrollo descompensado. La naturaleza tiene su forma de manifestarse, –afirmó-, y de defenderse de las alteraciones e impactos provocados, incluso por la especie humana”.

Finalmente, Estanislao de Luis explicó que la salud del planeta Tierra “repercute directamente en la calidad de nuestros ecosistemas y en las condiciones ambientales de las que participan las plantas, los animales y la especie humana”. Por tanto, si se frena la contaminación, se reduce la explotación de los recursos, se detiene la degradación de la biodiversidad y se minimizan los riesgos de afección ambiental negativa, “podrá obtenerse una mejora en la calidad del planeta y una mejor salud para sus habitantes humanos. Y así quizá se pueda detener la siguiente pandemia”.