El doctor Roberto Riera, especialista de Medicina Interna, considera que “nos centramos demasiado en la asistencia médica y descuidamos la esfera psicológica y emocional” • El centro, que apuesta por “humanizar el final de la vida”, ha atendido en 2021 a 129 pacientes en fase terminal y a 68 en la primera mitad de 2022 con una estancia media por encima de los once días.

 

Pese a que la muerte forma parte de la vida y la pérdida de un ser querido es una experiencia universal, asumirlo se torna complicado. Por eso el doctor Roberto Riera Hortelano, especialista de Medicina Interna del doctor Roberto Riera Hortelano, especialista de Medicina Interna, pone el acento en la atención al duelo en el marco del Día Mundial de los Cuidados Paliativos que se celebra este sábado 8 de octubre bajo el lema ‘Sanando corazones y comunidades’.

 

“Nos centramos demasiado en la parte médica y descuidamos la esfera psicológica y emociona”, considera un profesional que trabaja en el Hospital San Juan de Dios de León desde el año 2010, donde se trata de prestar una asistencia integral -física, psíquica y muchas veces social-  a todo aquel que así lo solicita. “Los familiares de los pacientes que se encuentran en una fase terminal necesitan sentirse acompañados durante este proceso para que nos les quede esa espina clavada”, argumenta el doctor consciente de que “humanizar el final de la vida” es clave para construir comunidades sanas. Porque cuidar no es menos que curar.

 

Un derecho humano

Un cierre vital que, según subraya, “se aborda sin encarnizamiento terapéutico y lejos de ser una alternativa a la eutanasia, es un derecho humano” ante una enfermedad terminal o situación irreversible. Es decir, aquella en la que no se atisba una mínima señal de recuperación. “Los Cuidados Paliativos tratan de mejorar la calidad de vida de los pacientes gracias al control de síntomas como el dolor y la disnea y al manejo de su angustia vital, que es tan incapacitante como los demás”, precisa en relación al equilibrio emocional a la hora de enfrentar el momento de la muerte.

 

El Hospital San Juan de Dios de León cerró el año 2021 con 129 pacientes en situación terminal atendidos con una estancia media de 11,36 días tras ser derivados del servicio de Urgencias y de la planta de Oncología del Complejo Asistencial Universitario de León (Caule), así como de los equipos de soporte domiciliario del Sacyl. A ellos se unen un total de 68 en el primer semestre de 2022 con una estancia media de 11,79 días.

 

Los cuidados paliativos se han desarrollado históricamente asociados al cáncer, pero ahora el porcentaje de pacientes oncológicos está disminuyendo. “Cada vez tenemos más personas con demencias evolucionadas”, confiesa Riera, que es máster en Cuidados Paliativos por la Universidad de Valladolid (UVa). En este sentido, aboga por un acceso equitativo para toda la población: “Llegar a la totalidad de los pacientes que los necesiten es el mayor desafío hoy por hoy”. 

 

Más de 30 años de experiencia

Los Cuidados Paliativos suponen toda un área de experiencia y conocimiento para la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, pionera en la introducción de este tipo de atención en España. Por ello, hoy es una de las instituciones referentes en la formación especializada en Cuidados Paliativos para profesionales sanitarios que, según el director de Ética de la Orden Hospitalaria y docente de los másteres de San Juan de Dios en Sevilla y Madrid, el doctor José María Galán, deben caracterizarse por una alta cualificación, pero también por su empatía y su sensibilidad. 

 

Con una amplia experiencia en atención paliativa desde hace más de 30 años, San Juan de Dios cuenta en España con 16 centros a través de los que ofrece estos cuidados a través de Unidades de Cuidados Paliativos (UCP), tanto hospitalarios como domiciliarios, y de Equipos de Atención Psicosocial (EAPS). Una trayectoria que ha impulsado el compromiso docente en paliativos de la Orden para proporcionar las herramientas y conocimientos más actuales y mejorar la calidad asistencial y, por consiguiente, el confort y bienestar de las personas que requieren esta atención.

 

“Nuestro compromiso es atender a las personas más frágiles, más vulnerables y con mayor experiencia de sufrimiento y necesidad”, explica. “Entre ellas, San Juan de Dios prioriza a quienes se encuentran en situación de final de la vida, ya que se trata de una fase vital en la que se vivencia intensamente la vulnerabilidad y se suscitan múltiples demandas de atención que requieren de nuestra respuesta asistencial efectiva. Formar a los profesionales sanitarios en esta sensibilidad y aportarles las capacidades científicas, éticas y humanas que requieren el cuidado esmerado a las personas en su proceso del morir es un reto que San Juan de Dios asume en coherencia con ese compromiso”, añade.

 

La sociedad vincula los cuidados paliativos sobre todo con las personas adultas en fase avanzada de enfermedad, pero también existen pacientes en la etapa infantil que requieren estos cuidados. En 1991 se puso en marcha la Unidad de Cuidados Paliativos Pediátricos del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona, pionera en España y siguiendo el modelo asistencial propio de la Orden: de forma continuada e integrada, atendiendo a las niñas y niños que puede que no lleguen a la edad adulta, así como a sus familias. Porque solo a través de una comunicación abierta, honesta y veraz es posible tomar las mejores decisiones.