Este año se celebró en Riofrío, el domingo 7 de agosto, la lectura de los participantes del libro, que como cada año recoge a los autores que participan en “Versos a Oliegos”. El libro de este año se titula “La morada de las cigüeñas”. El acto estuvo presentado por Belén Molleda y Adolfo Pérez Rebollo que pusieron calor y organización al acto. Los autores estuvieron rodeados de un público que llenó la plaza en la que tuvo lugar el acto.

El libro es una joya que guarda historias y versos de cincuenta y dos autores y que como muy bien dice su coordinador Armando Ramos García, merecen que los propios autores sean los primeros en leer a sus colegas. Debo decir que para mi ha sido una delicia leer el libro, que da pie a emociones, aprendizajes, recuerdos, y sobre todo a rememorar, cada autor lo hace a su manera, a aquellas familias que un día se vieron abocadas a dejar todo lo que tenían y abandonar a sus muertos, a sus lugares favoritos y dejar sus raíces pudrirse bajo el agua. Leyendo el libro se te remueve la fibra emotiva, intentas ponerte en el lugar de aquellas familias que tuvieron que dejarlo todo y se te aprieta el corazón.

En el encerado de la clase, tenían escritas varias palabras ya en desuso que habían sacado del libro. El libro, “La morada de las cigüeñas”, era del segundo milenio, y ahora era estudiado por los alumnos de una clase en el 3022. Se daba la circunstancia de que ellos no conocían un pantano, pues Naturaleza en los inicios del segundo milenio, desterró a los humanos a vivir bajo Tierra por el caos que estaban provocando en la superficie terrestre. Alguien hizo una buena observación: los vecinos del pueblo de Oliegos, fueron desterrados como nuestros antepasados a irse de su hábitat a nuevos destinos desconocidos, en donde hay que comenzar una nueva vida cuando has dejado tus raíces en tu pueblo de siempre y en el de tus antepasados. En el pueblo en el que conociste el amor, el ciclo de la vida, el crotoreo de las cigüeñas cuando regresan de su emigración anual

Neuronada: La vida a veces, es caprichosa y se pone oblicua y espinosa, pero hay que intentar dar el giro en el sentido menos malo, para sufrir lo menos posible, aunque en ocasiones, tengas que comenzar de cero, para seguir en la ruta de la existencia.

Si quieres emocionarte lee el libro de “versos a Oliegos 2022”, titulado “La morada de las cigüeñas”

Manuela Bodas Puente – Veguellina de Órbigo.