Baobad miraba curioso qué era aquello que hoy les mostraban a los alumnos en la explanada que había a sus pies. En una enorme pantalla se proyectaba un documental en el que se mostraba la “Donación de sangre” en el milenio anterior, es decir, había que retrotraerse a 2022. Tanto los asistentes como el mismo Baobad, estaban muy atentos a la pantalla. En el documental se explicaba como una persona estaba encargada de organizar a los donantes que iban llegando, si era su primera vez, pacientemente le explicaba todos los pormenores de la extracción, también se preocupaba de que todos bebieran antes de entrar a donar, luego les invitaba a tomar un piscolabis sentados, para que volvieran a sus casas con buen sabor de boca, además de con buen sabor de corazón por haber hecho una preciosa tarea de solidaridad. En el documental se aprecia como Santiago Mansilla Ariño, en su labor de “Delegado de la Hermandad de Donantes de Sangre de León” durante 25 años, ha dejado una impronta muy positiva en esta humana, solidaria y gran tarea que es la donación, sin la cual en el milenio 2000, no había posibilidad de hacer muchas intervenciones, o tratamientos contra el cáncer, o medicación para las personas mayores, o…, tantos y tantos extraordinarios momentos cruciales en las vidas de muchas personas, que sin la donación de sangre, no hubieran seguido cumpliendo días. Además Santiago Mansilla Ariño, ocupó varios cargos de la Junta Directiva de la Hermandad, entre ellos el de vicepresidente. El documental acabó con una demostración de cómo entra la sangre del donante en la bolsa de la vida, y como la sangre de esa bolsa, va a devolver la vida a alguien que la necesita. Baobad, respingó sus ramas. – No tenía ni idea de que hubieran existido humanos tan solidarios. Los alumnos fueron recogiendo sus cuadernos, donde habían tomado apuntes, para el trabajo que debían realizar.

El texto anterior, es una recreación, que vaya usted a saber si se dará en el 3022, contando, esa es otra, que la humanidad todavía exista, que puede que no, jeje, con la broma. Los renglones arriba escritos, quieren dar las gracias a Santiago Mansilla Ariño, dedicado durante 25 años a la hermosa y laboriosa obra de la “Hermandad de Donantes de Sangre de León”, compartida con la de maestro en las escuelas de Veguellina de Órbigo. Merecido descanso el de este hombre que ha sabido mantener la donación de sangre en Veguellina de Órbigo, a niveles muy altos. También ha hecho obra divulgativa en colegios e institutos sobre el poder de la solidaridad y de la donación de sangre.

Neuronada: Donar es respirar en otro. Donar sangre es, me atrevería a decir, de obligado compromiso con uno mismo, ya que en cualquier momento,  puedo necesitar sangre. Santiago Mansilla Ariño, además de ser donante de sangre, ha sido donante de trabajo y compromiso con la “Hermandad de Donantes de León” y solidario a la hora de apoyar a cualquier persona que se acerque a dejar su oro rojo en la bolsa de la vida. ¡Gracias Santiago!

Manuela Bodas Puente – Veguellina de Órbigo.