El piragüista leonés Guillermo Fidalgo volvía este fin de semana a disputar un Mundial de Descenso en Aguas Bravas. En esta ocasión, el leonés se desplazaba a la localidad francesa de Treignac donde le esperaba un río muy técnico, de gran dificultad y mucha continuidad en sus pasos.

Guillermo ya conocía este difícil río, el Vezere, en el que ya había competido  en las copas del mundo celebradas en 2019 y el pasado 2021, experiencia que ha aprovechado en este mundial.

Después de cuatro días de entrenamiento, el viernes comenzaba la competición con la primera prueba, el sprint. La prueba de velocidad este año ha sido más larga de lo normal, rondando los tiempos en torno a  1 minuto y 20 segundos, el doble de lo que se está haciendo últimamente. Guillermo realizó una primera manga bastante correcta técnicamente y con un tiempo de 82″ se colocó en la posición 23. En la segunda manga salió con la intención de apretar y arriesgar un poco más, lo que le hizo cometer un pequeño fallo perdiendo un segundo y cayendo a la posición 28ª.

El sábado se disputó el sprint por patrullas, en la que cada nación lleva un equipo de 3 palistas y en la que junto con Xavier Miralles y Marcos González Guillermo se llevaría un gran séptimo puesto, en la que fue un jornada marcada por los fallos técnicos en la parte final del sprint.

El domingo 5 se celebraba la prueba clásica, con un recorrido de 5,25 kilómetros, en el que el gran desnivel y la presión de agua hacían que cualquier fallo, además de perder unos cuantos segundos, pudieran provocar la rotura de las delicadas piraguas de carbono, y dejar al piragüista completamente fuera de la competición. 

En la prueba que es su especialidad, el leonés realizó una buena carrera dentro de sus posibilidades con pocos errores y un buen nivel físico, logrando finalmente un 16º puesto, no muy lejos de los mejores tiempos que fueron marcados por los palistas del equipo francés.

Para finalizar el campeonato, este lunes 6 se disputó la prueba clásica por patrullas, en la que Guillermo formó equipo con Jesús Rodríguez y Marcos González en la que lograrían la octava posición.

Finalizaba así un nuevo mundial para Guillermo, en el que el leonés terminó satisfecho ya que volvió a codearse con los mejores a pesar del poco tiempo que tuvo para entrenar en el río.