El equipo del Programa de Protección Internacional les ayudará a tramitar los papeles, les impartirá clases de español y comenzará a preparar la integración escolar de los menores sin descuidar la atención psicológica, la formación y el apoyo laboral. Son seis familias formadas principalmente por mujeres y niños que han huido de la guerra tras la invasión rusa el pasado 24 de febrero Programa de Protección Internacional (PPI) del Hospital San Juan de Dios de León, que financia el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, acoge desde este sábado a las primeras 15 personas que han huido de la guerra en Ucrania tras la invasión rusa el pasado 24 de febrero. “Se trata de seis unidades de convivencia”, ha precisado Dolores Queiro, coordinadora de un proyecto que en 2021 ha acompañado a 149 personas -94 adultas y 55 menores- de 21 nacionalidades distintas, frente a las 139 del año 2020.

Seis familias formadas principalmente por mujeres y niños que ya han ocupado tres de los cuatro pisos habilitados recientemente, dos en San Andrés del Rabanedo y uno en León. “El alquiler de uno de ellos será afrontado durante un año por un grupo de amigos”, ha explicado Queiro agradecida por una respuesta solidaria que corre en paralelo a la salida de personas refugiadas de Ucrania, más de cuatro millones desde el inicio del conflicto armado, según ACNUR.

“Han sido recibidos con traductores en cada uno de los dispositivos y se les ha hecho entrega de un primer paquete de ayudas”, ha indicado sin olvidar que ahora el equipo comenzará a impartirles clases de español y a preparar la integración escolar de los menores porque, en principio, está previsto que se queden en la ciudad algún tiempo. Un periodo en el que también recibirán atención psicológica, formación y apoyo laboral para que puedan buscarse un modo de vida.

“Su idea es volver tan pronto como el conflicto termine”, ha afirmado la coordinadora del PPI del Hospital San Juan de Dios de León consciente de que ellas, solas o acompañadas de sus pequeños, han dejado atrás a sus maridos, padres, hijos mayores de edad o abuelos para venirse aquí “con lo puesto”. “La salida tan abrupta de un país conlleva una sensación de desgarro”, ha confesado Queiro en relación a un duelo migratorio que debe trabajarse para evitar su cronificación.

Directiva de Protección Temporal
Queiro ha recordado que esta es la primera vez que la Unión Europea (UE) activa la directiva de Protección Temporal, que se aprobó en 2001, tras la guerra de Kosovo, pero que no se puso en marcha ni con la guerra de Siria ni con la toma de Afganistán por parte de los talibanes el pasado agosto. Entonces, el Hospital San Juan de Dios de León acogió a una familia afgana de 15 miembros y a otras de seis tras la caída de Kabul: “Permite a las personas desplazadas obtener permiso de trabajo y residencia en 24 horas”.

“Esta semana vamos a abrir un cuarto piso para personas refugiadas de Ucrania”, ha puesto de relieve tras la ampliación del número de plazas -de 45 a 65 -con la apertura de una veintena destinadas a las personas que escapan de los bombardeos y las ruinas. Además, según ha avanzado, “próximamente llevaremos el seguimiento de personas, alrededor de 40, que entren en el circuito de acogimiento familiar desarrollado por el Ministerio”.

El Programa de Protección Internacional, un programa que la Orden también desarrolla en la Llar Sant Joan de Déu de Manresa y el Centro San Juan de Dios de Ciempozuelos, tiene una duración de 18 meses y se estructura en dos fases: acogida temporal y preparación para la autonomía gracias al diseño de itinerarios personalizados de inserción sociolaboral. Además, cuenta con un grupo de mujeres y de personas LGTBI en el marco de “un espacio de seguridad donde abordar las problemáticas que afectan al colectivo desde un enfoque de género”.

‘Emergencia Ucrania’
Asimismo, la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios ha lanzado la campaña ‘Emergencia en Ucrania’ para solicitar ayuda urgente y colaborar con la misión que los Hermanos están llevando a cabo en el centro de San Juan de Dios ubicado en la ciudad de Drohobych, en Ucrania, así como en los otros cinco centros de la Orden en Polonia, donde se está prestando atención sociosanitaria y de primera necesidad a los cientos de personas que huyen de la guerra.