En la estación, Orynko (nombre de mujer en Ucrania, que quiere decir paz), despidió a su amor. Llévame en tu corazón, dijo mientras le colaba en el bolsillo superior izquierdo del anorak, un corazón de bronce con las iniciales de ambos, sin que éste se percatase. Orynko era artista, escultora para más detalle.

En la energía triste y oblicua que dejan las despedidas, quedó flotando la neblina de la muerte.

El muchacho de Orynko, no podía disparar, le era imposible, aunque eso si, era el primero que salía a buscar a los heridos para rescatarlos, llevándolos con premura a donde se encontraba el médico. En una emboscada, el novio de Orynko, fue alcanzado. Te amo Orynko, creo que la muerte ha venido a por mí, llévame siempre en tu corazón, se oyó a si mismo. Al poco rato, supo que lo que tenía era aturdimiento y un fuerte dolor en el pecho, pero estaba vivo. Se tocó la parte dolorida y notó algo duro dentro del bolsillo. Orynko me has salvado, pensó, al descubrir el corazón de bronce que ella le había guardado en el bolsillo. Saltó, rió, no podía contener la emoción. Esto es una señal. Volveré cariño, volveré a entregarte el corazón.

En ese mismo momento, en el taller de Orynko, la muerte vino a ayudar a la muchacha, cerrando sus días, mientras era violada por algunos humanoides cegados y atiborrados de oscuridad.

La guerra es el peor invento humano, pero ser mujer en una guerra es tener por compañeros el horror y la locura.

En el año 3.022, Desierto, tuvo a bien mostrar a los humanos un pequeño tesoro escondido entre sus arenas. Era una pequeña caja donde se escondía escrita en un folio la historia de Orynko, junto al corazón machucado de bronce que había salvado a su amor.

Neuronada: Dentro de la historia inventada en la que la humanidad, castigada por Naturaleza, se vio apocada a vivir en galerías subterráneas para que no hiriesen más al planeta, me he encontrado hoy con esta otra historia, que tantas veces se habrá repetido. Por desgracia se estará repitiendo ahora, en la guerra, en las guerras, en todos los lugares donde exista la opresión y el poder subyugue, aunque mucho más a las de siempre, las mujeres. Para ellas, para las que no pueden, o no las dejan, ser ellas mismas, va esta pequeña oración titulada: “Llévame en tu corazón”.

Manuela Bodas Puente – Veguellina de Órbigo