La alcaldesa se reúne con los dirigentes de la asociación en León con el objetivo de impulsar la plena inclusión de las personas con discapacidad en los espacios públicos

 

 El Ayuntamiento de San Andrés del Rabanedo está elaborando un plan de actuación para impulsar la accesibilidad cognitiva en los espacios públicos del municipio para así lograr una integración plena de las personas con discapacidad. Un objetivo compartido por la alcaldesa, Camino Cabañas, tras la reunión con los dirigentes  de Asprona León, con su presidenta, Mª Teresa Prieto, a la cabeza y acompañada también por el representante de las personas con discapacidad intelectual de la entidad, Diego Abad, y el director gerente, Pedro Barrio. 

De este encuentro ha surgido el compromiso del Consistorio de lograr mediante iniciativas públicas y sociales que se puedan “fomentar las actividades inclusivas en el municipio”, tal y como señala Camino Cabañas, quien ha especificado que se “va a hacer una revisión de la accesibilidad cognitiva en las dependencias municipales para lograr que estos espacios estén adaptados a las personas con discapacidad mediante fórmulas de lectura fácil”. 

Una de las claves para lograr este objetivo es promover que los espacios públicos tengan accesibilidad cognitiva, y para ello es necesario adaptar entornos, edificios, productos, servicios, objetos o dispositivos para que puedan ser fáciles de entender. De hecho, esta característica es básica junto a la sensorial y a la física para establecer una accesibilidad universal en cualquier lugar. 

La accesibilidad cognitiva es necesaria porque ayuda a las personas con discapacidad intelectual a tener más autonomía y a disfrutar de los espacios y de la información puesto que así los entienden con más facilidad. Es además una forma de comunicar que beneficia a todo el mundo, ya que garantiza que las personas no se sientan perdidas en edificios o en cualquier lugar. Para ello se aplican elementos facilitadores como adaptación de textos, itinerarios de colores, pictogramas, iconos o señales que son entendibles. 

Se estima que el 1% de la población son personas con discapacidad intelectual y del desarrollo, pero esta estrategia comunicativa basada en la accesibilidad cognitiva también puede ser aplicada para las personas mayores, que suponen en torno al 20 % de la ciudadanía, así como para los extranjeros y extranjeras que llegan desde otros países y así pueden superar las barreras culturales e idiomáticas. Pero también está destinada para los colectivos con bajo nivel de alfabetización o cultura limitada, que representan en torno al 2 % de la población. 

El director gerente de Asprona León, Pedro Barrio, ha destacado “la importancia para el colectivo de las personas con discapacidad de encontrar algunas administraciones que apuestan por la inclusión plena de las personas y adaptan sus entornos para hacerlo realidad”, de ahí que haya agradecido a la alcaldesa de San Andrés “el guiño que hace al colectivo de las personas con discapacidad en general y el apoyo a Asprona León en particular buscando de forma conjunta la viabilidad para los recursos de la entidad implantados en el municipio de San Andrés, en unos momentos en los que algunas administraciones, tanto locales como provinciales, miran hacia otro lado”.

Entre las iniciativas que Asprona León ya está desarrollando en el término municipal de San Andrés destaca el proyecto ‘Mi comunidad’, que mediante los ‘Mensajeros de Inclusión’ potencia la misión de que cada persona con discapacidad y su familia puedan desarrollar su proyecto de calidad de vida y promover su inclusión plena como ciudadanos. Es una actividad que ya se está desarrollando junto con el colegio La Anunciata (Dominicas) de Trobajo del Camino, donde se busca crear un entorno comunitario inclusivo para este colectivo. 

Por otra parte, la edición de 2022 de la ruta ‘Haga como haga’ de Villabalter, que se celebra el próximo 9 de enero, incorpora este año un trayecto adaptado para personas con discapacidad gracias a la colaboración de Asprona León, que facilita las sillas Joëlette con las que participarán en esta prueba no competitiva. Estos dispositivos necesitan de al menos dos voluntarios que actúen como pilotos del participante, al que ayudan en su recorrido, puesto que se compone de un sillón que reposa sobre una rueda y de cuatro brazos (dos delanteros y dos traseros). Además, está equipada con patas de soporte, cinta de seguridad, sujetador de pies, freno de disco, amortiguación, cojines y reposa-cabeza.