• Gemma Villarroel traslada a la Consejería de Cultura y a la Dirección General de Patrimonio que siga invirtiendo en el monumento BIC para impulsar el turismo.

La diputada provincial de Ciudadanos León, Gemma Villarroel, ha reclamado a la Consejería de Cultura y Turismo y a la Dirección General de Patrimonio que sigan invirtiendo en actuaciones en el Monasterio de San Pedro de Eslonza, ubicado en el término municipal de Gradefes e incluido en la denominada “Ruta de Los Monasterios.”

Villarroel, que recientemente visitó Gradefes, ha señalado que ha trasladado tanto a la Consejería como a Patrimonio la necesidad de que se comprometan, junto con la Diputación de León, en la conservación del monumento, declarado como Bien de Interés Cultural, que se encuentra en Santa Olaja de Eslonza y que fue fundado por el rey García I de León en el año 912.

El monasterio, al encontrarse en estado de completa ruina desde hace décadas, tuvo que ser intervenido en 2016 con el fin de consolidar los restos existentes y acondicionar este espacio para visitas turísticas.

“Pedimos que ambas instituciones se comprometan a continuar aportando financiación a pesar de las difíciles circunstancias de la pandemia; que no dejen de invertir en el patrimonio de nuestra provincia y que lo consoliden”, ha subrayado la representante de Cs León.

Villarroel ha adelantado que la propuesta se va a tener en cuenta por parte de la Dirección General de Patrimonio y de la Consejería. “Las ruinas son ahora mismo visitables, pero es necesario seguir profundizando en su cuidado y promoción”.

De origen benedictino, el monasterio fue saqueado y destruido por las tropas de Almanzor en el año 988. Tras la restauración en 1109 por orden de la Infanta Urraca, se convirtió en el monasterio más importante de la provincia de León después del de San Benito de Sahagún.

En el siglo XVI, una nueva reforma y ampliación de las dependencias lo llevarían a su máximo esplendor. La decadencia de este monasterio se inició con la desamortización de Mendizábal, en el año 1836, y con ella apareció el saqueo y la destrucción. Posteriormente, se vendió en una subasta a un particular por 40.000 reales de vellón, una moneda utilizada en la época.