No pudo ser. La suerte le fue esquiva a los jugadores del Atlético de Astorga que intentaron por todos los medios convertir en gol las numerosas jugadas hilvanadas por un equipo que se dejó la piel en el campo.

Javi Amor, en el minuto 8, tras una excelente jugada de Perrini, Davo y Alex, casi lo consigue, pero el balón estaba de nones y se estrelló en el palo.

En el minuto 14 Oiert, un jovencísimo jugador del Mirandés, sufrió una caída y tuvo que ser enviado al Centro Hospitalario de León.

La primera parte finalizó con un empate que no hacia justicia al trabajo de los jugadores. Uña, atento a que no pasara un solo balón, Diego pendiente de recibirlo para llegar hasta la portería, Taranilla, Toni, Jorge, Sergio; todos realizando muy buenos pases y algunas jugadas de gran peligro.

Los intensos aguaceros hacían difícil manejar el balón, las caídas y resbalones eran frecuentes.

Finalizó la primera parte con empate y esperanza.

La segunda comenzó con fuerza por parte de los jugadores maragatos y Javi Amor realizó otra buena jugada sin lograr convertirla en gol.

En el saque de una falta poco comprensible, el Mirandés se adelantó en el marcador.

Era el minuto 79 de la segunda parte.

Los ánimos en las gradas no decaían, al contrarío, los casi 500 espectadores que acudieron al campo, aplaudían y vitoreaban  cada vez con más ganas al equipo astorgano.

En el minuto 90  Jorge se cae, recoge el balón Pablo Zotes  y tira consiguiendo el gol del empate. Pero de nuevo la suerte fue esquiva: el árbitro había pitado, antes,  penalti.

El capitán Diego Peláez lo lanza pero una vez más la fatalidad, que no se había ido del campo, ayuda al portero Mirandés a pararlo.

Jorge tiró de nuevo y tampoco pudo ser.

No pudo ser pero ahí están el buen juego, la buena preparación de los jugadores, sus ganas. Y el trabajo de los preparadores físicos, de los técnicos, del fisioterapeuta, de Miguel Ángel Miñambres. Y de todos los voluntarios que ayudan cada día a organizar el partido para que las medidas de prevención frente al Covid 19 y de Seguridad se cumplan rigurosamente. La Junta Directiva y la Presidenta Sagrario González García, mostraban una  tristeza que era sobre todo, por los jugadores, pues  merecían el ascenso por lo mucho que habían trabajado.

Antes de comenzar el encuentro se le hizo un reconocimiento a Javier Muriel en su último partido como árbitro, Javier Tejedor (Presidente del Comité de Árbitros de Castilla y León), Jesús Cayetano (Vocal de Informadores de Árbitros), César Lena (Delegado de la Federación de Castilla y León de Fútbol) e Iñaki Sanz (Secretario de la de la Federación de Castilla y León de Fútbol) le hicieron entrega de un trofeo y los dos capitanes le dieron una camiseta de cada equipo firmada por todos los jugadores.

La protagonista en esta ocasión fue una lluvia inclemente y furiosa a ratos, que mostraba así, el desacuerdo con el resultado de las jugadas.

Felicidades a los jugadores, a la Junta directiva y a todos los aficionados que no cejaron un momento de apoyar a su Equipo. Hasta el último segundo.

Arriba Astorga.

Volveremos a intentarlo y lo conseguiremos. El año que viene… “volveremos a pecar”.

Victorina Alonso Fernández