Aprender, siempre aprender, / y no dejar de ser aprendiz / no caer en el charco del ego. / Aprender del que está al lado, / del que se fue, / y nos dejó en sus surcos / el fruto de su raíz. / Aprender de lo desaprendido, / de lo que no nos gustó / de nosotros mismos. / Aprender de la luz que llega, / cada día, renovando / las huellas que vendrán. / Aprender a tejer nuevas caricias, / cual Penélope, en el aliento del amor. / Aprender de los otros, / sobre todo de ellos, / de los que han escrito los versos / donde nos miramos, / para comprender, o no, / qué nos mantiene despiertos, / en los días más nublados.

-¡Menos mal, fíjate Rosa! He terminado el poema del trabajo que nos puso la nieta de Romualdo, en el último renglón del cuaderno de las tareas.

-Ahora que has pronunciado el nombre de Romualdo, me han venido a la cabeza aquellas instantáneas que nos hizo jugando al parchís. ¿Recuerdas?

-Ya lo creo. Era un fotógrafo genial. Y siempre hemos de agradecerle la presencia de su nieta aquí en la residencia. Es tan considerada con nosotros.

– Si que lo es, hasta se preocupa de ponernos tareas semanalmente. Además nos trae los libros  para que trabajemos con ellos.

-Libros extraordinarios, el de esta semana es una joya, qué trabajazo tiene en cada una de sus páginas. “Manuela López García. Una vida, una obra”. Homenaje escritoras leonesas 2021. León, Día de la Mujer. Coordinadora Mercedes G. Rojo.

Mordida existencial: Vaya esta mordida o un enorme abrazo de gratitud para Mercedes González Rojo, que desde que inició el Día de la Mujer en León, este año es el cuarto, ha organizado, planificado y colaborado para construir un encuentro precioso de escritoras en León, que acaba cada año teniendo un regalo mágico en forma de libro. Este año  el trabajo es mucho más arduo, ya que el libro lleva en él la vida de una poeta, maestra y mujer berciana, poco conocida, pero que a través de las páginas de este libro, se le ha dado el sitio que merece. Mercedes González Rojo, ha unido este año a escritoras y escritores, a artistas plásticos, junto a un trabajo de archivo fotográfico, de rencuentros y recuerdos de todo lo que tuviera que ver con Manuela López García, que llena las 340 páginas de luz y de aprendizaje. Aprender, sentir, conmocionarse, admirar al que ha cosido tantas palabras, tantas sílabas para que forme parte de nuestro tejido propio, esa es la magia de abrir un libro, y Mercedes González Rojo, lo ha conseguido, en “Manuela López García. Una vida, una obra”. ¡Gracias Mercedes por el aprendizaje!

Manuela Bodas Puente – Veguellina de Órbigo.