El Grupo Municipal del Partido Popular denuncia que la última ocurrencia del alcalde Díez plantea un proyecto decimonónico y antiguo que le restaría a los leoneses 30 millones de euros (6 para expropiaciones y 24 más para las obras de urbanización) de los impuestos de todos teniendo el Polígono de Torneros de forma gratuita, ya que depende exclusivamente de la inyección económica de la Entidad Pública Empresarial de Suelo (SEPES), organismo adscrito al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. Diez vendía el proyecto de Torneros en su programa electoral anunciando el “inicio inmediato de la Plataforma Logística Intermodal de Torneros-Grulleros”. Recién llegado a la Alcaldía salía a los medios en titulares como ‘Díez pone en marcha Torneros’. Ahora el capricho es instalar un polígono industrial en la carretera de Villarroañe, cuya inversión deberá de salir de las arcas municipales ya que ni siguiera cuenta con intermodalidad ferroviaria para acceder a fondos de la Unión Europea.

El alcalde de León, José Antonio Diez, anunció el pasado 20 de enero su nuevo proyecto para la ciudad, un gran parque de suelo industrial ubicado en la carretera de Villarroañe de casi un 1,2 millones de metros cuadrados de terreno.

Una pretensión lícita si no fuera por la falta de características para ser un polígono moderno e intermodal y porque tapa la falta de presupuesto del Gobierno Sánchez con la plataforma logística de Torneros, que ha tardado siete meses en licitar la redacción del proyecto de urbanización. Y mientras tanto, UGT se moviliza por una nueva plataforma logística en Medina del Campo (Valladolid).

Una cortina de humo para poner en marcha esta área industrial, otra, en la carretera de Villarroañe, con falta de financiación europea al no tener intermodalidad con el ferrocarril y que además nace como un proyecto anticuado respecto a las plataformas que se planean en otros puntos de España y de Europa.

Díez plantea una ocurrencia decimonónica y antigua que le restaría a los leoneses 30 millones de euros (6 para expropiaciones y 24 más para las obras de urbanización) de los impuestos de todos que oculta la nula apuesta y desastrosa gestión del Gobierno de España con Torneros. Hay que recordar que han tenido que pasar siete meses para la adjudicación de la redacción del proyecto, lejos están los 20 millones que costaría la primera fase de las obras de urbanización, las obras que según anunció el PSOE serían visibles en primavera.

Ante la falta de compromiso del PSOE nacional con León, Diez improvisa este proyecto después de salir a los medios en varias ocasiones con titulares como “Díez pone en marcha Torneros” o “Le he pedido a ADIF que Torneros tiene que tener un ramal ferroviario.” Pura propaganda del alcalde socialista, que después de Ordoño II, quiere dejar su huella de gasto millonario, caprichoso e innecesario en este nuevo polígono, que incumple todos los requisitos para tener los servicios del siglo XXI.

José Antonio Díez se saca de la manga un gasto ingente de 6 millones de euros solamente para las expropiaciones que tendrían que pagar los leoneses y restarlo del presupuesto municipal mientras se oculta ya están expropiados y disponibles dos millones de metros cuadrados en Torneros, que en su día costaron ocho millones de euros. Una inversión la de Torneros que es exclusivamente de la Entidad Pública Empresarial de Suelo (SEPES), organismo adscrito al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. O lo que es lo mismo, una inversión del Gobierno de Sánchez que de nuevo abandona entre burocracia los grandes proyectos de León.

Las carencias del proyecto de Diez

En algunos sectores el nuevo proyecto de Diez es calificado como una “cortina de humo”, llamando la atención especialmente por qué se ha elegido esa zona, ya que es una alternativa anticuada, al no tener esa ubicación intermodalidad con el ferrocarril, algo que convierte en un fracaso la iniciativa porque mientras que Torneros lo financia la UE por la intermodalidad, la ocurrencia de Villarroañe no la financia Europa.

Actualmente existen en torno a 200.000 metros cuadrados vacíos en el Polígono Industrial de León; una parte se puede desbloquear entablando negociaciones con SEPES y la otra, declarando los terrenos no construidos de “utilidad pública”, lo que permitiría poder ir a una expropiación y posteriormente ponerlos a la venta, con una condición resolutoria que una vez vendidos se obliga a edificar, al menos el 50%, en un plazo máximo de 4 años y si no se lleva a cabo los terrenos revierten al Consorcio, así se evita la especulación y la imagen de abandono que tiene alguna parte del Polígono Industrial. Los pagos se harían con las ventas de parcelas que son del Consorcio urbanístico que gestiona el Polígono, que está compuesto por los Ayuntamientos de León, Onzonilla y Santovenia de la Valdoncina.

Diez nunca ha creído en el proyecto de Torneros, vendido a bombo y platillo en su programa electoral, en el que hablaba del “inicio inmediato de la Plataforma Logística Intermodal de Torneros-Grulleros”. Recién llegado a la Alcaldía salía a los medios en titulares como “Díez pone en marcha Torneros… Le he pedido a ADIF que Torneros tiene que tener un ramal ferroviario…”. Todo propaganda de un alcalde al que hay que recordarle que forma parte de la Corporación municipal de León desde hace 18 años, cuatro de ellos en ‘el equipo de gobierno del tranvía’.

La propuesta del Partido Popular pasa por crear suelo industrial para asentar industria en nuestra ciudad apostando, como siempre lo ha hecho, por la ampliación del Parque Tecnológico de León; mientras que en el entorno del nuevo espacio comercial de la Granja, el suelo sobrante podría ser recalificado  a industrial para dedicarlo a actividades relacionadas con la Universidad por su cercanía, equipos de investigación, empresas de ciberseguridad y nuevas tecnologías, es decir, pequeña industria.