La situación del sector urbanístico que rodea al Colegio de los Agustinos se agrava día a día, tras el robo hace meses de los registros y alcantarillas de las aceras. A pesar de las denuncias registradas por vecinos, padres del colegio (que acudirán al Procurador del Común) y el Grupo Municipal del Partido Popular hace más de medio año, la situación de abandono de la zona aumenta en una clara dejación de funciones por parte del Ayuntamiento, que no ha intervenido para lograr medidas urgentes y garantizar la seguridad junto al centro educativo, zona frecuentada por mayores y niños para pasear y jugar al no existir tráfico. El equipo de gobierno debe requerir a los propietarios del sector, que aún no ha entregado la urbanización, para que actúen de forma urgente.

El Grupo Municipal del Partido Popular denuncia de nuevo que la situación del sector de los Agustinos se ha ido agravando en los últimos meses con el robo de los registros y alcantarillas, convirtiendo esta zona en un auténtico campo de minas.

La situación de este sector urbanístico ya ha sido denunciada en numerosas ocasiones durante los últimos meses por los vecinos, los padres de los alumnos de este centro educativo y el Grupo Municipal del Partido Popular. El lamentable estado de la zona urge la intervención inmediata de la empresa que se ha encargado de la urbanización y del propio Ayuntamiento como responsable subsidiario de una zona que está abierta para garantizar la seguridad junto al centro educativo, zona frecuentada por mayores y niños para pasear y jugar al no existir tráfico.

El equipo de gobierno debe requerir a los propietarios del sector, que aún no ha entregado la urbanización, para que actúen de forma urgente ante la presencia de agujeros, pozos y socavones de hasta metro y medio de profundidad.

El PP exige gestión y eficacia al equipo de gobierno PSOE-Podemos, que no se preocupa lo más mínimo por esta lamentable situación, antes de que los padres cursen las denuncias ante el Procurador del Común.

Caminar por esta zona se ha convertido en un auténtico peligro, un campo minado de agujeros-trampa. Los centros de transformación están abiertos y los niños acuden a pasear solos, con padres o abuelos para jugar o circular en bici en medio de los socavones. Además, durante los meses de estado de alarma fue una zona muy utilizada por los vecinos al disponer de grandes espacios.