El Grupo Municipal del Partido Popular se hace eco de las quejas de los alumnos de la escuela de maquinistas que, tras pagar 24.000 euros de matrícula, acceden al aula entre balsas de agua. El concejal Eduardo Tocino ha señalado que después de instalar un enorme luminoso este permanece a oscuras, aplicando la orden de la empresa de ejercer  ‘economía de guerra’ ante la ruina de la empresa pública; mientras los vecinos alertan de los mazos de cables peligrosos que cuelgan a la altura de la cabeza al caminar por unas aceras de las que, en medio del pavimento, también salen cables. Tras la denuncia realizada el pasado verano por los populares, ni Renfe ha hecho nada, ni el Ayuntamiento ha exigido que se elimine ese desastre en el eje central de la ciudad, una ‘referencia’ para el alcalde Diez. El Partido Popular logró la inversión e inició las obras de estas oficinas con una inversión de 2,5 millones de euros, pero la llegada del PSOE ha supuesto el abandono de esta obra que ha quedado sin rematar. El asunto ha llegado al Senado, donde Renfe y ADIF se han culpado mutuamente de la situación de abandono del exterior del edificio.

El PSOE es incapaz de terminar las oficinas centrales de Renfe, que heredó del PP tras invertir 2,5 millones de euros. Vecinos, alumnos y trabajadores de Renfe protestan de las chapuzas, como han sido calificadas por el propio alcalde, pero sin que haya hecho nada el Ayuntamiento de León para exigir la finalización de las obras de adecuación del exterior del edificio.

Mazos de cables a la altura de las cabezas y de las manos que algunas personas dicen que podrían tener corrientes residuales peligrosas, cables que salen de la mitad de las aceras, cables de telecomunicaciones colgando, una laguna de agua frente al centro de formación donde los alumnos, tras pagar 24.000 euros de matrícula, acceden entre el lodo y suciedad, jardineras compradas en las que prometieron poner plantas y se utilizan como basureros y armarios eléctricos con las puertas abiertas… Ese es el escenario.

“Renfe se apaga en León”, ha subrayado Tocino, ya que tras invertir la empresa en un gran rótulo luminoso se ha decidido apagar para no gastar en nada aplicando una “economía de guerra”, a pesar de que en las últimas fechas se han llenado las estructuras de Renfe de altos cargos políticos del PSOE y partidos nacionalistas con enormes remuneraciones, según han denunciado los medios a nivel nacional.

El PSOE y el Ayuntamiento no solucionan los problemas, mientras Renfe y ADIF se culpan mutuamente mientras el peligro de los cables continúa. El asunto ha tenido que llegar hasta el Senado de mano de Antonio Silvan para que el Gobierno explique cómo es posible tener en servicio una instalación en dichas condiciones y exigiendo que se resuelvan todos los problemas. Problemas de sobra conocidos ya que en las instalaciones se encuentra el representante Institucional de Renfe en Castilla y León, Teodomiro González,  a su vez es miembro de la ejecutiva del PSOE y gerente de mercancías de FEVE.

Las oficinas en pleno eje de la ciudad y por una estación que anualmente pasan cientos de miles de viajeros, ofrecen una imagen de desidia y dejadez que es fiel reflejo del nulo interés que el PSOE tiene en las inversiones ferroviarias de León.