Califican de “necedad absurda” que el presidente de la Junta, para rechazar la autonomía de la Región Leonesa apele “al marco jurídico establecido en la Constitución”, cuando ésta reconoce el derecho de las regiones a la autonomía, siendo la Región Leonesa una de las regiones oficiales de España cuando se aprobó la Constitución.

Tras haber sido interpelado este fin de semana el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, sobre la propuesta de creación de una comunidad autónoma de la Región Leonesa, aprobada este sábado por el pleno municipal de Torre del Bierzo, y que integrarían las actuales provincias de Salamanca, Zamora y León, el jefe del ejecutivo autonómico apeló, para rechazar la misma, “al marco jurídico establecido en la Constitución de 1978”.

Sin embargo, estas declaraciones de Mañueco han encontrado respuesta en Unión del Pueblo Leonés (UPL), que ha querido recordar al presidente de la Junta que “precisamente la Constitución reconoce el derecho a la autonomía de las regiones en su artículo 2 y, al aprobarse en 1978, la Región Leonesa era una de las regiones oficiales de España, al contrario que lo que hoy se denomina Castilla y León, que hasta 1983 no fue creada”.

De esta manera, los leonesistas señalan a Mañueco que “una comunidad autónoma de la Región Leonesa tiene plena cabida en el marco constitucional y, de hecho, si nos atenemos al mapa de España vigente al aprobarse la Constitución, la autonomía de la Región Leonesa iría bastante más acorde al marco jurídico establecido en la Constitución que la actual comunidad autónoma de Castilla y León, que no deja de ser un engendro birregional de dudosa constitucionalidad si hacemos una lectura estricta del artículo 2 de la propia Constitución”.

Por otro lado, desde UPL califican como “proyecto fracasado” a la comunidad de Castilla y León, que consideran “ha sido un invento que ha resultado malo para Castilla y peor aún para la Región Leonesa”, por lo que consideran que “no tiene sentido seguir empecinándose en mantener un engendro como Castilla y León, que no ha cumplido ninguno de los objetivos con los que se creó, teniendo como único resultado el vaciamiento de las regiones de León y Castilla, y la anulación de la propia identidad regional de ambas regiones en el contexto de la España autonómica”.

Por todo ello, desde Unión del Pueblo Leonés instan a Mañueco a “que se atenga al marco jurídico establecido en la Constitución de 1978 y dé los pasos precisos para que la Región Leonesa pueda acceder a su autonomía, de conformidad con el artículo 2 de la Constitución, pues si algo ha quedado claro desde la unión de León y Castilla en 1983 bajo una misma autonomía es que ha sido un rotundo fracaso para Salamanca, Zamora y León, que han perdido 160.000 habitantes desde entonces, alejándose la Región Leonesa de la media española en renta y cosechando los peores datos evolutivos de España en envejecimiento, despoblación, tasa de actividad o crecimiento vegetativo”.