El Ejecutivo y sus socios progresistas, nacionalistas e independentistas suman 188 votos a favor, por solo 154 en contra.

  • Las cuentas pasan ahora al Senado, donde afrontarán un trámite exprés de 15 días.
  • Está previsto que su aprobación definitiva de nuevo en el Congreso tenga lugar el 29 de diciembre.

El Gobierno ha superado con nota el penúltimo examen parlamentario a su proyecto de Presupuestos Generales del Estado y está a apenas tres semanas de que las cuentas para 2021 sean aprobadas definitivamente. Este jueves, el Congreso dio luz verde a los Presupuestos con una amplia mayoría de 188 votos a favor y solo 154 en contra -ocho diputados, siete del bloque de la derecha, no votaron-. Y ahora, el proyecto pasará al Senado para, tras un trámite exprés de 15 días, volver al Congreso, donde se prevé que reciba el apoyo final a su puesta en marcha el 29 de diciembre.

El Gobierno tenía los apoyos garantizados desde hace días y no hubo sorpresas de última hora en la última sesión de un debate denso que se ha extendido desde el lunes hasta este jueves a mediodía. Además de PSOE y Unidas Podemos, ERC, PNV, EH Bildu, PDeCAT, Más País, Compromís, Nueva Canarias, PRC y Teruel Existe dieron su voto a favor de los Presupuestos, mientras PP, Vox, Junts, la CUP, UPN, Coalición Canaria y Foro Asturias se opusieron a los mismos. Solo el diputado del BNG, Néstor Rego, se abstuvo.

También votaron finalmente en contra los 10 diputados de Cs, que han rechazado apoyar unas cuentas facilitadas por los independentistas pese a haber negociado casi hasta el último con el Gobierno. «Jamás podrán decir que no tenían otra opción» que pactar con ERC y EH Bildu, denunció la líder naranja, Inés Arrimadas, en su última intervención desde la tribuna. Lo hizo en la misma línea que PP y Vox, que denunciaron durante todo el pleno que el Gobierno se apoye en quienes «durante años solo han buscado destruir este país», en palabras de la portavoz popular, Cuca Gamarra.

Pero lo cierto es que la amplia mayoría conseguida por el Ejecutivo reafirma la apuesta, al menos momentánea, por la mayoría más progresista, y de paso las tesis del vicepresidente Pablo Iglesias, que precisamente apostaba por esta vía. Habrá que ver si esa apuesta del Gobierno por ir hacia su izquierda perdura para el resto de la legislatura, ya que el Ejecutivo una vez tenga los Presupuestos aprobados (y hayan pasado las elecciones catalanas de febrero), dependerá menos de sus socios nacionalistas y tendrá las manos más libres para pactar con los naranjas, como siempre ha peleado el ala más ortodoxa del Ejecutivo, conformada por ministros como la titular de Economía, Nadia Calviño.

Cs no ha cerrado la puerta a entenderse con el Gobierno pasado ese rubicón. Pero ese giro no sería especialmente fácil para el PSOE si decidiera darlo. No solo es que Unidas Podemos defendiera este jueves sin ambages que Cs pertenece al «bloque de Colón», asegurase que las derechas «no pintan nada en la gobernabilidad de España» y afirmara que «estos Presupuestos consolidan hoy una nueva mayoría parlamentaria» de cara al resto de la legislatura. Es que ERC, en la misma línea, se mostró abierta a mantener abierta la vía pactista por boca de su portavoz Gabriel Rufián, que afirmó que el hecho de que los Presupuestos sean aprobados con los independentistas vascos y catalanes da la «bienvenida» a «una nueva era».

Pero los socialistas no se cierran a ninguna alternativa. Así lo planteó la ministra portavoz, María Jesús Montero, después de que los Presupuestos fueran aprobados por el Congreso. «La vocación del Gobierno es concitar los mayores acuerdos posibles» de cara al futuro, aseguró Montero, que insistió en que no es partidaria de «excluir a priori a nadie del diálogo y la negociación». «La aspiración del Ejecutivo es consolidar esas mayorías [las que han permitido la aprobación de las cuentas este jueves] y ampliarlas», insistió.

DANIEL RÍOS

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