En el informe realizado por la Fundación Compromiso y Transparencia con datos de 2019, la Universidad de León cumple con 47 de los 54 puntos.

La Universidad de León (ULE) se ha situado entre las diez que pueden presumir de ser las más transparentes de España, ya que cumple con 47 de los 54 puntos que han sido analizados en el ‘Informe de Transparencia Voluntaria en la web de las Universidades Españolas’, que acaba de hacer público la Fundación Compromiso y Transparencia (FCyD) con datos que corresponden al año 2019.

Le evolución experimentada por la ULE en los últimos ejercicios ha sido muy positiva. Hay que recordar que el informe de 2016, que fue elaborado con datos del 2015, colocaba a la ULE en el grupo de universidades ‘opacas’. Desde ese momento se ha ido mejorando de año en año el cumplimiento de los indicadores, lo que ha llevado a la institución académica leonesa a figurar en el informe ahora dado a conocer entre las diez universidades públicas de España con mayor grado de transparencia.

Las principales conclusiones de este informe se pueden concretar en que las universidades públicas alcanzan niveles máximos de transparencia y las privadas mejoran su opacidad, si bien las primeras han de mejorar respecto a la información sobre sus Consejos Sociales, y las segundas respecto a la información sobre su titularidad.

La distribución de las 59 universidades públicas es la siguiente: opacas (4), translúcidas (13) y transparentes (33); en el caso de las 26 privadas el resultado es: opacas (11), translúcidas (8) y transparentes (7).

OPACIDAD EN LAS UNIVERSIDADES PRIVADAS

El informe de FCyD reconoce el importante avance que se ha producido este año en las universidades públicas, y destaca que “hay un considerable grupo de instituciones comprometidas con la rendición de cuentas y que responden con diligencia a las recomendaciones periódicas del informe anual”.

El texto también apunta que “es de justicia subrayar este esfuerzo en un año en el que la universidad ha sido particularmente golpeada por la pandemia y ha tenido que reaccionar con rapidez para adaptar su oferta educativa a la nueva realidad, en unas circunstancias caracterizadas desde hace años por la escasez de recursos económicos y humanos”.

En lo relativo a las universidades privadas, el informe señala que a pesar de la importante mejoría, “tienen que esforzarse por hacer más transparente la información sobre su demanda y oferta académica, la relativa al personal, especialmente a sus bandas salariales, y de manera urgente, la información económica”, y a este respecto indica que “deben dar cuenta de quiénes son sus titulares reales y promotores”, y que cuando el titular de una universidad sea una sociedad mercantil “se debe informar de quiénes son sus accionistas de control”.