Desde Izquierda Unida muestran su apoyo al sector hostelero que sufrió destrozos en sus negocios.

Desde la agrupación local de Izquierda Unida queremos sumarnos a las múltiples muestras de rechazo a los actos vandálicos sucedidos en la capital en la tarde y noche del domingo.

Mostramos nuestra repulsa a los sucesos violentos de la noche del domingo en las calles del centro de León, que se han visto «asaltadas» por un grupo de personas que, sumándose a los actos alentados por la extrema derecha en otras ciudades, han acometido contra mobiliario de diferentes establecimientos, aparte de contenedores, coches y demás propiedades, generando destrozos y disturbios sin más fin que intentar alterar la convivencia y hacer daño a particulares y pequeños comercios. “Mostramos nuestro apoyo a este sector y la más enérgica condena a estos actos de odio y violencia.”

Carmen Franganillo, coordinadora local, y Víctor Bejega, secretario de organización, comentan que “En estos momentos difíciles, la población debe mantenerse unida para hacer frente a la pandemia, y hechos como los ocurridos, al grito de libertad y haciendo el saludo fascista, como se puede apreciar en algún vídeo, nos producen consternación y rechazo.”

Queremos mostrar nuestro más sincero apoyo a todos aquellos afectados por este episodio, tanto a las vecinas y vecinos que han sufrido agresiones verbales y a sus pertenencias, como a todo el sector hostelero, que actualmente está viviendo momentos muy difíciles y cuyos negocios se han visto dañados y saqueados.

Desde Izquierda Unida creemos que “el legítimo derecho de la ciudadanía a manifestarse está siendo utilizado a través de las redes sociales por la extrema derecha para alentar los disturbios en distintas ciudades” e instamos a la Subdelegación del Gobierno a esclarecer los hechos e identificar a las personas participantes, así como a poner a disposición judicial a los autores de los destrozos.

Para Izquierda Unida, la lucha contra la pandemia debe realizarse defendiendo la sanidad pública y exigiendo refuerzos para la atención primaria y hospitalaria, además de seguir las normas para intentar salir de la crisis sanitaria lo antes posible, y no destrozando mobiliario urbano y privado al grito de “queremos libertad para salir a tomar copas”.