Una verdadera y justa Transición Ecológica es la oportunidad para abordar los grandes desafíos de nuestro territorio. Así opina la Fundación Savia y se lo ha hecho saber al Ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas. Una solución para “el cambio climático, la despoblación, la desigualdad social, la viabilidad del sector agrario y pesquero, la pérdida de biodiversidad, la emisión de gases de efecto invernadero, los cambios en los modelos energéticos, de movilidad y conectividad…”.

La salida del Reino Unido de la Unión Europea y las propias directivas europeas de Biodiversidad y de La Granja a la Mesa están mostrando las directrices que debemos seguir para poder afrontar los retos que se nos plantean a través de los distintos planes que se están llevando a cabo desde los diferentes Ministerios.

Por ello, la Fundación Savia insiste en contar con “sólido sistema de producción” en el que la producción ecológica debe ser protagonista, donde España se encuentra liderando el ranking europeo con 2.354.915 hectáreas (en 2019) y ocupa el 5º puesto a nivel mundial con más de 50.000 operadores.

Savia considera que España debe liderar el objetivo 25% de superficie agrícola ecológica para 2030 marcado por la estrategia De la Granja a la Mesa e, incluso, superarlo. Este 25% supondría llegar a los seis millones de hectáreas. Sin embargo, existen grandes diferencias entre Comunidades Autónomas, entre las cuales Extremadura, Galicia, Madrid, La Rioja o País Vasco no llegan al 5% de su superficie en ecológico, y en el tipo de cultivos, los cereales para la producción de grano, los tubérculos y raíces, los cultivos industriales, las plantas verdes para producción animal, los frutales y los cítricos no llegan tampoco lo hacen.

Para alcanzar ese objetivo se “va a requerir el esfuerzo y compromiso de todos” tanto en el plano de la producción, como en el de la transformación, la comercialización, el consumo, la formación, la investigación y la innovación… Así, entre los datos que remiten al Ministro, “se estima que el 40% de los 48.000 millones que recibiremos se orientarán a acciones ligadas a la lucha climática y el medio ambiente como el pastoreo extensivo, la agricultura de conservación y la reducción de fertilizantes”.

También hacen mención sobre la “mejora de los sistemas de distribución y consumo de alimentos, eficiencias en el uso de los recursos naturales e hídricos, el relevo generacional y la cualificación de la mano de obra, la creación de empleos que perduren en el tiempo y el arraigo de la gente al territorio”.

Para alcanzar todos estos propósitos, la organización propone poner en marcha y que entre en vigor un Plan Estratégico Estatal de Producción, Transformación y Distribución de la Producción Ecológica, “que puede ser la herramienta idónea para coordinar, canalizar y articular las políticas del sector”, renovando los compromisos y objetivos con el apoyo de todos los agentes vinculados a la producción ecológica, y mejorando “la dignidad, la renta y la viabilidad del sector primario español junto la conservación de nuestra biodiversidad”.

La producción ecológica se ha convertido en una referencia con la realización de buenas prácticas, contribuyendo, a su vez, a fijar población y a mejorar el autoestima rural, aportando innovación en procesos, productos, marcas, y generando valor añadido y empleo más cualificado a la vez que estable.

El impulso del sector debe estar ligado a “la eliminación de fitosanitarios y pesticidas, la gestión de los recursos hídricos, la protección y mejora de los suelos, la recuperación de espacios y ecosistemas degradados, que el 10% de la superficie agraria vuelva a estar ocupada por elementos paisajísticos de gran diversidad”, afirman desde la entidad y manifiestan que “la Dehesa, la Campiña o los pastos de montaña deben contar con una valoración adecuada y reconocimiento explícito”.

La Fundación Savia insta a Luis Planas a que el objetivo de la Comisión Europea del 25% se entienda como una cuestión de mínimos, porque además de ser un sistema de producción, tiene en cuenta la sostenibilidad, la biodiversidad, el futuro y la rentabilidad. Y añaden, que es necesario superar la división española de la PAC con el desorbitado número de separaciones, que termina por ocasionar separaciones entre territorios.

“Es mucho más importante lo que nos une, el presente y el futuro de nuestros agricultores y ganaderos, de nuestro territorio, de nuestras generaciones futuras. Tenemos la responsabilidad de transmitir a los consumidores y consumidoras, a la ciudadanía que el dinero invertido en la PAC acaba convertido en beneficios para el territorio y para ellos mismos, que es importante y necesario este compromiso de todos, porque es la propia sociedad en su conjunto la que necesita del medio rural fuerte, sano, dinámico” finaliza diciendo la organización.