La situación que viven los vecinos de la zona de Laureano Díez Canseco, en el Crucero, se agrava día a día ante la permisividad del equipo de gobierno municipal, que prometió intervenir urgentemente sin hacerlo hasta hoy. Mientras tanto, los vecinos se movilizan iniciando una recogida de firmas, hartos de mostrar sus quejas ante la situación de insalubridad y falta de seguridad que rodea al edificio del número 11 de esta calle. Los representantes vecinales llevarán esta situación a la reunión con los barrios de mañana miércoles. Pedirán explicaciones sobre la actual situación: las ventanas permanecen abiertas, la puerta ha sido reventada nuevamente y aumenta el tráfico de drogas. El Grupo Municipal del Partido Popular exige al alcalde Diez que dé la orden urgente para cerrar todas las puertas y ventanas, y proseguir con las medidas necesarias ante el estado ruinoso del edificio como prometió el Ayuntamiento y ha incumplido reiteradamente. Las vallas en las aceras suelen estar apartadas y no garantizan la seguridad de los peatones. Los comerciantes de la zona denuncian sentirse abandonados mientras los cierres de negocios se suceden.

 La realidad del barrio de El Crucero empeora mientras el alcalde socialista José Antonio Diez, solo fija sus ojos y su gestión en el centro de la ciudad, en Ordoño y los alrededores de su despacho de San Marcelo. Los vecinos de esta zona de la ciudad comienzan a movilizarse ante el abandono municipal y la grave situación de varios edificios en ruina y con graves problemas de inseguridad, especialmente del número 11 de Laureano Díez Canseco.

Ante este hartazgo los vecinos han comenzado a recoger firmas en algunos establecimientos de la zona, ante la degradación no solo del edificio sino de las graves consecuencias que tiene en todo el barrio de El Crucero. Los vecinos se quejan de que la puerta del edificio de Laureano Diez Canseco 11 ha sido reventada nuevamente y el Ayuntamiento no adopta medidas serias y firmes. Lo mismo sucede con las ventanas que son utilizadas como acceso para traficar con drogas, lo que causa graves problemas de inseguridad. Además,  los vecinos denuncian que los sujetos que acceden al edificio tiran basura desde las ventanas (hasta un colchón un día), provocando situaciones de peligro para la vida de los vecinos y riesgo de violencia cada día. Mientras, el tejado se va hundiendo y está en peor estado dado el incendio que se registró hace unas semanas y que dañó la cubierta. El resultado de las llamas es visible aún desde el exterior.

Los vecinos ven cómo la falta de atención a los barrios y sus comercios degradan el entorno urbano de El Crucero, que tiene numerosos comercios tradicionales viendo gravemente perjudicados.

INCUMPLIMIENTO MUNICIPAL

Ante las denuncias populares el Ayuntamiento solo ha hecho oídos sordos. El desprecio a los vecinos se refleja en lo prometido en la Comisión de Desarrollo Urbano del 11 de febrero y la cruda realidad que sufren los vecinos día a día, como refleja la transcripción del acta de la misma:

11 de febrero de 2020

 “(…) según informe de la policía local de 22 de noviembre de 2019, el edificio anteriormente ocupado por dos personas sin título alguno, se encuentra actualmente vacío. Por los servicios técnicos y jurídicos, se está realizando estudio de las diversas opciones legales (…) ante el requerimiento realizado por Decreto del Concejal-Delgado de Desarrollo Urbano de 4 de diciembre de 2019, donde se proponen las siguientes actuaciones: Balizamiento y vallado de vía pública, desalojo de los ocupantes y clausura del edificio tapiado de los huecos del edificio deshabitado al menos a nivel de planta baja, cubrición provisional mediante algún tipo de membrana o panel impermeable con fijación mecánica a la estructura de cubierta mediante listones de madera o similar que impida el embolsamiento de agua o el efecto vela del viento , para evacuación de agua que pueda caer por la lluvia. “