Paulo Coelho relata en este libro la historia de una niña abandonada por su madre a los pocos días de nacer, que se transforma con esfuerzo y dolor, en una mujer fuerte y decidida.

Con ella, sufrimos en un Beirut destrozado por la guerra, visitamos el desierto y algunos lugares de Rumania, para llegar al barrio londinense de “Portobello”, donde existe una hermosa librería- Notting Hill- que permitió por una vez -eso sí, en un película- que un amor que parecía imposible tuviera un final feliz.

Pero para rellenar sus “espacios en blanco”, precisa indagar en sus orígenes, buscar y encontrar en la danza la capacidad para conectarse con ella misma y con un poder sorprendente: el  lograr ver el aura de los otros, saber quiénes son, si padecen enfermedades del cuerpo o del alma y cuáles son sus anhelos más profundos.

Su madre biológica, la madre adoptiva y la que encuentra en su viaje al país de Transilvania, guiaran sus pasos. Esta última, una doctora, que descubrió en ese lugar el poder curativo de las plantas y la capacidad de la concentración…

Sostiene Cohelo que somos lo que los otros ven, por eso cada personaje va contando cómo percibe a la protagonista. Y así, la muchacha aparece ante nuestros ojos, llena de contradicciones y anhelos contrapuestos, y con un gran amor: su hijo.