El procurador leonesista en las Cortes de Castilla y León, Luis Mariano Santos, tras hacer un reconocimiento a las víctimas y sus familias, además de los profesionales que han desarrollado su labor en esta crisis generada por el COVID-19, agradeció al Procurador del Común, Tomás Quintana, la labor desarrollada en este periodo, en la sesión que ha tenido lugar para la presentación y defensa de su informe anual.

Destacó el leonesista el hecho de que, pese a la reducción de las quejas en el último periodo y que esa tendencia en próximos ejercicios tendrá un incremento importante, reflejo de la situación de la ciudadanía, cabe destacar lo que viene siendo habitual en los sucesivos ejercicios, pues casi el 40% de las quejas recogidas son de León “no sabemos si es porque la sede se encuentra en León o se debe a la peor situación de la provincia, algo que, tanto en un caso como en otro, es preocupante, porque refrenda nuestra teoría sobre la situación de la provincia o responde a criterios de desconocimiento”, afirmó Santos, quien incidió en llamar la atención sobre los datos de la Región Leonesa “que suman 6 de cada 10 de las quejas que se presentan, algo posiblemente proporcional a la situación económica y social de las tres provincias. De ellas, casi más de la mitad son quejas dirigidas a la administración autonómica, y un importante incremento en la administración local, algo que nos parece preocupante”.

Lanzó un mensaje Santos a los que defienden la eliminación de las diputaciones, pues según los datos del informe las diputaciones resultan ser las administraciones con menos problemas, siendo los ayuntamientos los que se llevan 9 de cada 10 quejas de la administración local.

Advirtió Santos, en cuanto a que el 60% de las quejas sean de la Consejería de Bienestar, Familia e Igualdad, que dentro de un año estos datos se habrán incrementado y se sumarán a los de Sanidad y Servicios Sociales. En definitiva, y como siempre temas recurrentes que plantean los ciudadanos: retrasos en la atención primaria, falta de determinadas especialidades, falta de cobertura de vacantes en los centros de salud, irregularidades en el empleo sanitario, escasa protección de nuestro patrimonio histórico, irregularidades en nuestras residencias de ancianos, un clásico de otros años y que adquiere una gran importancia en estos momentos, la brecha digital. Todas ellas que reflejan un malestar ciudadano que no podemos dejar pasar con la presentación casi de trámite de este informe anual, y al que le vaticino un importante incremento en quejas para el año que viene, a pesar del modelo de éxito al que algunos se refieren al mencionar esta comunidad.