• El presidente de la Comisión de Función Pública en el Senado insiste en evitar el enve-jecimiento de las plantillas y dedica una especial mirada a la España rural, que no debe perder ni población ni servicios básicos.

Durante su discurso de toma de posesión como presidente de la Comisión de Función Pública en el Sena-do, el senador socialista leonés Salvador Vidal ha destacado la importancia de una Administración adapta-da al siglo XXI, incrementando la oferta pública para lograr su buen funcionamiento y la garantía de calidad de los servicios públicos al nivel que exigen y que se merecen los ciudadanos.

“Debemos desarrollar el Estatuto básico del Empleado Público y dotar, a través de los Presupuestos Ge-nerales del Estado, de partidas necesarias para incrementar las ofertas de empleo público. No olvidemos que tenemos una plantilla en todas las administraciones muy envejecida; en los últimos años no se han cubierto ni las necesidades más elementales. Las jubilaciones de los próximos años dejan muy poco tiem-po para cubrir esa oferta de empleo público y tener una Administración al nivel europeo”, ha declarado el senador, insistiendo en las deficiencias existentes en las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, en el servicio del profesorado, en la medicina y en todos los sectores básicos en general.

Vidal también se ha dirigido a los representantes de la España rural para mostrar su empeño en que los pueblos no pierdan los servicios básicos, que son la garantía de que la población se establezca allí. “Nece-sitamos al maestro que esté en su escuela, necesitamos a la médica que esté en el consultorio, necesita-mos al guardia civil en el cuartel, necesitamos al secretario interventor que vigile la legalidad de los acuer-dos de ese ayuntamiento, necesitamos incluso los registros civiles de las zonas rurales, que tanto se reivindican ahora”, ha apuntado.

En resumen, el socialista, además vocal en las comisiones de Agricultura Pesca y Alimentación, Derechos Sociales y Transición Ecológica, ha insistido en que los empleados públicos deben ser seleccionados de acuerdo con los principios de igualdad, mérito, capacidad y publicidad. “Somos la mejor herramienta para el buen funcionamiento de las Administraciones públicas”, ha finalizado.