Después de la derrota ajustada en casa contra el Ynsadiet Leganés, al Patatas Hijolusa le toca ahora medirse a otro de los rivales grandes del grupo, el Celta, máximo rival en los años anteriores en la carrera por el primer puesto, que ahora será de los que se jueguen, como las leonesas, una de las plazas por estar en la fase de ascenso que está más complicada que nunca en un grupo igualadísimo en el que sólo el Movistar Estudiantes parece un punto por encima del resto.
Con una plantilla más corta que la del rival gallego, el Patatas Hijolusa confiará en Vigo (sábado 1 de febrero, 18:30 horas) sus opciones a la calidad de su pareja de bases y al talento del resto de las jugadoras que tendrán que multiplicarse para solventar esa falta de ‘refresco’ que sí tendrán las gallegas que juegan con ocho jugadoras que se reparten los minutos, aunque con Edeferikova y Breanna Richardson como estandartes.b