Villabalter, un pueblo inteligente que prefiere el bienestar y la salud, a la usura comercial. Hace unos días, un individuo muy “cabreado” público en Diario de León: Villabalter prefiere un camino de cabras a un camino asfaltado. Has faltado a  todo el pueblo. Felicito a todo el pueblo por el camino elegido, y especialmente a la J. V. por la defensa de su de sus vecinos, su tranquilidad, su salud y la conservación de su patrimonio.  Vivo en Trobajo del Camino un pueblo inundado de asfalto y cemento (qué verde era mí era), en Párroco Pablo Diez, un camino de “cabrones”. Perdón Don Pablo (el cura que me bautizó), perdón Santiago por mancillar tú Camino. Los peatones tenemos que compartir las aceras con ciclistas, patinadores, motoristas y coches. Los caminantes que se acompañan de carrito de la compra y de niño, los minusválidos con muletas o silla, para seguir su camino, tienen que bajar de la acera a una vía pública de dos o tres raíles de dirección, con un tránsito entre 30 y 50 mil vehículos diarios,  pasando la mitad en rojo los semáforos, limitados a 50 por hora, pero todos pasan entre 50 y 100, excepto por la noche que van a 100/200, (en todas las vías públicas con peligrosidad está limitado a 30). Padezco deficiencia respiratoria y sordera, por la contaminación atmosférica y acústica. Esto lo digo para justificar que es un camino de “cabrones” y que me acuerdo mucho de sus familias y de la policía de tráfico. 

Ángel García Alonso