Khaled, ha sido un gran  divulgador del teatro de sombras chinescas que le enseñó su padre, en el país del que salieron él y su hermano, después de que la guerra les hubiera arrebatado todo, pero la vida les ha mantenido juntos. Juntos y queridos en el país que les ha dado refugio, tremenda palabra, que le pregunten a cualquier refugiado por su significado. Bueno lo de Khaled viene a cuento ya que desde que conoció a Trébol, y el enorme trabajo que ha llevado a cabo con todos los proyectores, películas, e instrumentos del cine, algunos centenarios, de su colección particular, quiere aprender de este gran maestro, que desde casi su niñez ha vivido el mundo cinematográfico como algo propio,  siempre dispuesto a explicar, compartir sus conocimientos y enseñar la impresionante colección de proyectores y equipos que tiene. Algunos desbaratados y sin funcionar, cuando los compró, pero él se encarga de ponerlos a punto, de sacarles todo el lustre que han perdido después de estar aparcados en cualquier rincón olvidado.

Trébol está unido al cine desde los catorce años, cuando empezó como ayudante de su maestro Adolfo García, conocido por Fines, en el cine Gordón de Veguellina de Órbigo. El trabajo le separó del cine, pero allá por 1996, el gusanillo del cine, que nunca se había ido, volvió, fue cuando comenzó a comprar proyectores y equipos desvencijados, que él, con suma paciencia y sabiduría ha ido recomponiendo. Hoy tiene más de cien equipos y prácticamente funcionan todos. Su exposición “Así era el cine”, le ha llevado a obtener los máximos reconocimientos en el mundo cinematográfico, como la Medalla Lumiere en el año 2016.

Este año, ha adquirido además un proyector portátil Multi Kino- 35, un proyector de largometraje Fumeo, un proyector Marín de los años 78 con cinemascope, anuncios de negocios del municipio en diapositivas, también un grupo de 24 sillas de patio de butaca, para que las personas que visiten la exposición puedan sentarse a disfrutar de los documentales que se ofrecen en la sala ininterrumpidamente.

En la sala de exposiciones del Ayuntamiento en Veguellina de Órbigo, Trébol se encarga de mostrar durante esta semana su exposición de proyectores y demás complementos que harán las delicias de cualquier cinéfilo, así como cortos, películas, documentales y todo lo que a través de un proyector se pueda observar, en horario de mañana y tarde hasta el 4 de agosto que es el día del broche final de la VI Edición “Luna de Cortos” Festival de Cortometrajes del Órbigo, que tiene como invitado este año al cine Ruso. También en la Sala Fundos y en la plaza Elena Santiago, se proyectan durante toda la semana, cortos presentados al festival.

Sería un extraordinario reclamo comercial de turismo, hacer un museo en esta sala de exposiciones donde se muestra la colección de Trébol. Sin lugar a dudas, destacaría como uno de los museos dedicados al cine, más importantes del país, y con una módica entrada, para mantenimiento de los equipos, se podría sostener una exposición museística permanente que atraería a muchos visitantes al pueblo.

Mordida existencial: Este texto, quiere ser un homenaje a Miguel Pérez García, Trébol. Para Trébol el cine es un extraordinario refugio, que le proporciona la magia de caminar por la vida con su mayor ilusión a cuestas.

Una de las estrellas más brillantes de este “VI Festival de Cortometrajes del Órbigo, Luna de Cortos”,  en mi modesta opinión, es  Miguel Pérez García, alias Trébol y su exposición de proyectores “Así era el cine”. No te puedes perder este refugio donde te encontrarás con la niñez y la adolescencia compartiendo la fantasía y la magia del cine.

Manuela Bodas Puente – Veguellina de Órbigo