Una vez que se ha dado la orden, ¡la universal orden!, de “hablar de la luna” -.- entiéndase por el satélite del planeta Tierra en el sistema solar de La Vía Láctea-.-, parece que es bueno, y hasta apetecible el situarse referencialmente sobre estos “hechos faustos”, tan socialmente compartidos, para en su instalación y ámbito espacial (aquí muy apropiado) completo tratar de buscar, no las especificas coordenadas astronómicas de la localización física de algunos hechos del pasado, pero sí , y en pudiendo, algunos elementos que nos transfieran el ambiente, permítasenos aclarar: “ el otro ambiente” , donde acaecen los asuntos/ hechos/procesos propios, y no lunáticos, de esa cercanía que aquí, a lo que se ve y oteamos, aún tenemos y hasta puede que disfrutamos.

Recuérdese que una de las últimas órdenes dadas, fue la de la despoblación (que ya hemos comentado), y ello supuso que “tal descubrimiento” tomara un eco amplio y una extraordinaria significación inusitada, hasta que ayer, precisamente ayer, ¡y de sopetón!, nuestra ex -vicepresidenta del Gobierno del Reino de España-.- la ciudadana Sáenz de Santamaría ( Excma Sra. Dª Soraya)-.-, haya indicado, y en nuestra particular consideración, con muy buen criterio ( una cosa es que sea originaria de Pucela y otra, ¡ y muy diferente!, que ejerció profesionalmente en León, y eso se nota, porque el aire que suelta la puerta del Pajares abierta: clarifica las mentes, aquilata las sinergias y fortalece los ánimos), que lo de la despoblación es “una cosa mundial”.

Puede que la conclusión precedente anterior ( de la despoblación), a muchos no es que los haya pillado en nuestra leonesa comarca de Babia (lugar de esparcimiento real), pero si pudiera ser que “poco menos que en la luna”, ya que “lo de la luna” es (en la nueva orden) la novedad de entretenimiento que, cual arquetipo, nos distrae y entretiene, e incluso pudiera ser que también, si sacamos con normalidad punta al lápiz, nos puede llegar animadamente en conjunto a instruir. Todo depende de cómo, y en qué modo, lo queramos y/o prendamos, a ser posible entre todos, vectorizar.

La “luna de España” del año 1969, seguramente estaba en parecidas condiciones orbitantes -.- de lo que los astrofísicos pueden informar-.- que la de ahora en el año 2019, pero para cualquiera que repase la situación integral (social, política, económica, cultural, educativa, religiosa, militar, deportiva, etc.) de aquel año, aparece sobre el espacio físico hispánico, de la territorialización de sus quince regiones históricas- vigentes en tal y tan concreta anualidad- una serie de actos y/o procesos que desembocan en un amplio número de acontecimientos que están concatenados, ¡y muy ligados!, con situaciones del actual presente.

La coincidencia temporal (¿y acaso política?) de los actos de navegación espacial y de los asuntos internos de España, en julio del año 1969, además de suponer la clara plasmación de su casual, ¿o no tan casual?, y activa realización programada, dan la notoria evidencia del hecho práctico del alunizaje como factor mediático universal de atención generalizada. Es esa ocupación informativa (¡con la televisión actuando en atrayentes imágenes lunares!), donde los ciudadanos españoles, por todas y cada una de las provincias, de aquellos momentos { los regionales momentos de julio del año 1969 en: Galicia(4), Asturias(1), Reino Leonés(3), Extremadura(2), Vascongadas(3), Castilla La Vieja(8), Navarra(1), Castilla La Nueva(5), Andalucía(8), Aragón(3), Reino Murciano(2), Reino Valenciano(3), Canarias(2), Cataluña(4) y Baleares(1)}, están absortos en su lejana, ¡ muy lejana!, observación y consideración.

De aquellos instantes, de los ya pasados 50 años, en el hacer cotidiano diario de cada cual, quedan los rescoldos de los momentos del domingo 20-7-1969 y sus interacciones duales subsiguientes (científicas y políticas), con unas Cortes Españolas – del régimen/dictadura del pasado político, de aquel marte 22-7-1969, a rebosar y de cómo desde aquel entonces se caminó, ¡con los pies en las tierra!, hacia ese texto constituyente del 6-12-1978 y lo que tendría que haber sido.

Los 50 años de “estar en la luna”, no es solo, y a lo que vemos, una cosa, ¡una cosa más!, que nos viene de EE.UU., también tenemos aquí, en nuestros Pueblos y Regiones de la España Nación, otra forma y otra mirada, que nos es consustancial y propia con lo nuestro, para ver “la luna de España”.

Valorio 20-7-2019

Francisco Iglesias Carreño

Instituto de Estudios Zamoranos FLORIAN D´OCAMPO